Borja Thyssen, 35 años saliéndose de la norma

El próximo viernes 24 de julio Borja Thyssen cumplirá 35 años. El hijo de Tita Cervera soplará las 35 velas en un momento especialmente dulce de su vida: fue papá de una niña muy buscada hace pocos meses junto a su mujer Blanca Cuesta y la relación con su madre parece que, finalmente, va viento en popa y a toda vela, como sus yates.

Con las felicitaciones y los buenos deseos de su familia y amigos, Borja recibirá un regalo venido del Más Allá que se materializará en algo de muy aquí: el tercer y último de tres pagos de 5 millones de la herencia del Barón Thyssen, que irán directos a alguna de sus cuentas bancarias.

Quiso el Barón que Borja no recibiera su herencia de un golpe, sino en tres pagos fraccionados al cumplir los 25, los 30 y los 35. Y el viernes será el gran día. Este esperado regalo se suma a la pensión anual de 300.000 euros que recibe, a los réditos de la infinidad de sociedades que regenta, a las gestiones inmobiliarias y al resto de menesteres y ocupaciones propios de la clase Muy Alta.

Pero si por algo se ha caracterizado Borja a lo largo de su ajetreada vida ha sido por no ser el típico heredero de la aristocracia europea y, a sus 35 años, puede presumir de tener una biografía de lo más animada, especialmente marcada por el amor, que hacen de él uno de los personajes más movidos del panorama.

Repasamos algunos hechos que hacen de Borja un aristócrata fuera de la norma:

Borja apoyando a Blanca en la presentación de su exposición "ProposingFluor'.

Al casarse con Blanca Cuesta demostró que era rebelde porque el mundo le hizo así. Y que ni su propia madre podría interponerse entre él y el amor de su vida. Borja conoció a Blanca - cinco años mayor que el-  cuando ésta era camarera y desde el principio contó con la dura oposición de Tita Cervera. Los años y los hechos han demostrado que la pareja Borja-Blanca es un tándem estable que se quiere como el primer día.

Si no teníamos pruebas suficientes, el amor por su esposa es totalmente incondicional. Hasta el punto de apoyarla hasta el final en su carrera artística. Blanca quiere labrarse un futuro en el arte y el año pasado expuso su primera colección pictórica: 'ProposingFluor'. En plena reconciliación con tita Cervera, Blanca y encantada con su nueva faceta, llegó a decir a Diez Minutos y a ABC que "al Barón le hubiera gustado su obra"y que "le gustaría exponer en el Thyssen".

Borja y Blanca se lo pasan pirata a bordo de un yate.

A diferencia de otros herederos y aristócratas estirados que se pasan la vida con cara de aburrimiento, Borja agradece minuto a minuto su estilo de vida. Y Blanca con él. Y no se esconden. Al contrario: no les importa restregarnos cada veramo sus vacaciones en alta mar a bordo de enormes yates.

Junto a Blanca tiene una sociedad que se llama 'Caribbean Breeze S.L'. Premio por ponerle a una sociedad el nombre de una coctelería. La sociedad, por cierto, está registrada desde 2005 en Girona (Borja y Blanca aún eran novios), con domicilio social en Mas Mañanas, en Sant Feliu de Guíxols y tiene un capital social de 100.000 euros. Solo es una de muchas.

Borja y Blanca en el bautizo de Kala con sus otros hijos: Sacha, Eric y Enzo.

Eso de pensar nombres originales no se limita solo a sus sociedades, también se extiende a su propia prole: Borja y Blanca tienen cuatro hijos, tres chicos y una chica (la más pequeña) a los que pusieron nombres tan originales como Sacha, Eric, Enzo y Kala.

Siempre ha tenido un gusto por la moda un poco dudoso, pero últimamente ha hecho suya la moda hipster aunque muy a su manera: barba de muchos días, gorro de lana, plumón del Carrefour pero en versión muy cara... Borja nunca ha encajado dentro del estereotipo de típico 'niño pijo' que va vestido con pantalones rosas y jersei atado al hombro.