La boda de Joaquín Torres (52 años) y Raúl Prieto (47 años) ha sido uno de los grandes enlaces de la temporada. La pareja ha reunido a todos sus amigos y familiares en Sevilla para darse el 'sí, quiero' en una noche que fue mágica gracias a la música, las luces, los bailes y las muchísimas fotografías que se hicieron todos los invitados. Pero si hay algo que ha emocionado a todos es la bonita carta que el arquitecto ha dedicado a sus hijos, Álvaro (17 años) y Manuel (13 años), fruto de su primer matrimonio con Mercedes Rodríguez.
"Mis hijos nos dieron a todos un ejemplo de amor", ha escrito Joaquín en medio de una preciosa dedicatoria en la que ha querido agradecer a todos los invitados cómo olvidaron sus supuestas diferencias para disfrutar de un enlace en la que lo importante solo era el amor.
La dedicatoria de Joaquín Torres
Joaquín, que ha compartido un vídeo resumen de uno de los días más felices de su vida, ha comenzado su discurso "en plena resaca emocional" después de unos días que jamás olvidará y que ya forman parte "de lo que yo soy". "Quiero daros las gracias a todos los que habéis hecho posible que Raúl y yo viviésemos nuestra celebración en plenitud. Podría hablar de lo espectacular que fue el paseo por el Guadalquivir o de la fiesta donde nadie dejó de disfrutar al máximo, o de otros muchos momentos y detalles únicos", ha empezado diciendo el arquitecto, que ha aclarado que lo que más ha querido destacar de su palabras es lo que supuso para él la ceremonia.
"Llegué a Casa Pilatos junto a mi hermana en un coche donde me esperaban mis dos hijos para entrar juntos a los jardines del Palacio con Raúl y su madre. Me pesaba muchísimo la ausencia de mi madre, que por cuestiones de salud no pudo estar, pero decidí centrarme y disfrutar de las presencias y no perderme en las ausencias. Al entrar yo sentí algo que traspasó, arrasó mi alma y que ya se quedó toda la noche. Todos los invitados nos recibían en pie con un respeto ceremonial que no sé cómo describir, oyendo 'Cómo yo te amo' de Rocío Jurado interpretado magistralmente por la maravillosa Laura Gallego", ha continuado diciendo el marido de Raúl Prieto, que ha revelado además que el lugar que escogieron para su boda se inundó de una energía que sobrecogía.
Torres ha expresado que todos los que los acompañaron en esta boda les contaban que nunca habían vivido una velada así y que incluso "el mismísimo Juan Antonio Pérez Simón", muy acostumbrado a celebraciones y eventos a nivel internacional, le confesó que lo que había vivido esa noche jamás lo había vivido antes y había sido el mejor enlace que jamás había visto en sus 82 años de vida. "Cada uno de los 300 invitados se unieron para implicarse en nuestra historia. Allí desaparecieron las diferencias y las orientaciones sexuales, allí todos veían dos seres humanos enamorados que sellaban su amor y lo celebraban", ha explicado.
Y tras hablar de lo excepcional que había sido el ejemplo de amor de Álvaro y Manuel, Joaquín ha explicado que tanto la familia como los amigos de ambas partes se unieron en una sola entidad, "en un solo grupo que era la unión total para hacernos vivir esa celebración en algo que iba más allá. Mucho más allá que una magnífica cena o un animado baile". Para terminar, Torres ha agradecido a todos el que hayan entendido el duro camino por el que ha tenido que pasar para llegar hasta aquí, algo "que jamás debería ser una prueba de obstáculos en la unión de dos seres humanos que se aman".
La dedicatoria de Joaquín a su exmujer
Torres además ha querido acordarse de Mercedes, su exmujer, la responsable de que sus hijos sean tan compresivos y tan generosos emocionalmente con él y con Raúl. "Me emocionaron mis hijos que, de un modo limpio, honesto, y muy generoso, dejaron claro ante todos su gran amor por su padre. Mercedes, su madre, es sin duda, una gran protagonista de esa limpieza, de esa tolerancia, de ese amor. Y yo jamás tendré hacia ella gratitud suficiente para darle por su gran labor como madre", ha escrito el arquitecto.
Además, Joaquín reveló hace unos meses que cuando se casó por primera vez él mismo fue "su peor enemigo" y que generó "mucho dolor" a su expareja con la separación. Eso sí, aunque pasaron por momentos difíciles tras por fin a su relación, en la actualidad mantiene una buena amistad con Mercedes. Para el arquitecto también era imprescindible que sus hijos congeniaran con Raúl y a juzgar por sus palabras, no ha podido salir mejor: "Se lo pasan bomba juntos, disfrutan mucho y hay muy buena sintonía", confesó hace unos meses con orgullo.