Rafa Nadal y Xisca Perelló ya se han casado y a tenor de cómo salieron de la boda los invitados, está clarísimo que se lo pasaron en grande. Tras la ceremonia religiosa, que empezó con algo de retraso, los recién casados y sus invitados disfrutaron de un aparitivo en los jardines de Sa Fortalesa, en un día muy soleado, pero también ventoso.
Tras el aperitivo y sobre las cuatro de la tarde, se sirvió el convite nupcial, con un menú confeccionado por Maca de Castro. Según informó 'Socialité', los invitados fueron distribuidos en cuatro grupos: unas mesas con los familiares del novio, otras con los familiares de la novia, otras mesas con las amistades, y una mesa muy especial en la que se sentaron los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía.
Pero fue a partir de las siete de la tarde cuando empezó el fiestón, al que, por cierto, no se queraron los reyes eméritos, que fueron los primeros en abandonar la boda. En 'Socialité' hemos podido ver que los invitados estuvieron bailando hasta altas horas de la madrugada. Muchos lo dieron todo, como Feliciano López, que regresó al hotel totalmente descamisado.Carolina Cerezuela, por su parte, salió con los zapatos en la mano y con los pies doloridos de tanto bailar. "Sí, después de los bailes había que dejar los tacones", explicó la actriz y esposa de Carlos Moyá. Rafaella Carrà y mucho reguetón fue lo que sonó para amenizar la boda de este otoño.
A la mañana siguiente, el programa que presenta María Patiño obtuvo imágenes de los padres y la hermana de Rafa Nadal, quienes también afirmaron que todo había salido perfecto. Tanto Maribel Nadal, como Ana María Parera, hermana y madre del tenista respectivamente, lucieron en la boda sendos diseños de Rosa Clará. Maribel iba guapísima de rojo.