Desde que iniciaran su romance hace más de una década, Ana Boyer (34 años) y Fernando Verdasco (39 años) se volvieron inseparables. La hija pequeña de Isabel Preysler lo dejó todo por amor para seguir los pasos del tenista alrededor del mundo, una decisión muy importante que de alguna forma le obligó a dejar a un lado su carrera profesional para volcarse en su faceta más familiar.
Cada día más enamorados, la pareja se ha dejado ver disfrutando de unos días de vacaciones en Marbella con sus dos hijos, Miguel y Mateo, de cinco y tres años respectivamente. Sol, playa, juegos y diversión que han dado paso al trabajo y es que este martes, Fernando tenía que hacer frente a sus compromisos profesionales en una cita deportiva en el Open de tenis de El Espinar (Segovia).
Hasta allí, como no podía ser de otra forma, se ha trasladado Ana Boyer. La joven se ha convertido en un apoyo incondicional para su marido dentro y fuera de la pista. Su mayor fan. Y lo ha vuelto a demostrar animándole como la que más desde la grada.
Para esta veraniega jornada de tenis, Ana ha recurrido a un vestido tipo caftán en color azul que gritaba lujo a raudales. Confeccionado en lino, es midi, de manga larga y presenta un escote en V muy favorecedor, además de dos aberturas laterales en la falda para un mayor confort. Ella lo ha cerrado con las icónicas chanclas de Hermès en color camel y bolso XXL nude.
Tras el partido, que se saldó con la victoria de Verdasco, el matrimonio se reunía con un grupo de amigos y abandonaban el centro deportivo en el mismo coche. Será este jueves cuando el tenista vuelva a la pista para jugar los octavos de final del torneo.
De Madrid a Doha: La historia de amor de Ana Boyer y Fernando Verdasco
Lo suyo fue un flechazo. Se conocieron en un concierto de Enrique Iglesias en Madrid y el tenista se quedó prendado de la joven abogada nada más verla. Así lo confesó él mismo durante su reciente entrevista en 'Mi casa es la tuya'. "La vida me dio una medio señal. Conocí a Ana y a los cuatro días gané a Rafa... Fue cuando me replanteé el hecho de dejar a mi novia y empezar a picar piedra", contaba divertido sobre cómo fueron los inicios de su relación.
El romance entre la pareja no tardaba en hacerse oficial y en 2016 tomaban la determinación de mudarse a Doha, donde son muy felices junto a sus dos hijos. "Somos españoles de pura cepa pero allí estamos genial. Hay una privacidad y seguridad increíble. Allí la prensa no existe, para nada", le confesaba a Bertín Osborne. Eso sí, pasan largas temporadas en España. Prueba de ello es que desde que llegaran hace más de un mes para la boda de Tamara Falcó no han vuelto a casa. Una visita a España que promete alargarse varios meses más y que no puede hacer más feliz a Isabel Preysler.