Britney Spears y Sam Asghari estaban a punto de darse el 'sí, quiero' en su residencia de Los Ángeles cuando Alexander, el primer marido de la princesa del pop, irrumpió en la ceremonia a gritos: "Britney me invitó. Ella es mi primera mujer, mi única mujer. Estoy aquí para parar la boda”, gritaba.
Tal y como revelaba el portal TMZ, el joven logró esquivar la seguridad y acceder a la casa de la artista y grabar los preparativos del enlace aunque rápidamente fue detenido. "Ha sido detenido esposado y arrestado por su repugnante mala conducta criminal", ha manifestado el abogado de Spears en un comunicado enviado a la prensa. Afortunadamente, todo transcurrió con total normalidad y tal y como era su deseo Britney y Sam pudieron formalizar su relación tras cuatro años juntos. Un día muy especial para los protagonistas que llega solo un mes después de que perdieran el bebé que esperaban.
Nos tenemos que remontar un año atrás para recordar como su compromiso con el bailarín fue la primera decisión que tomó tras recuperar las riendas de su vida.
Una boda repleta de ausencias
Como era de esperar, ningún miembro de su familia a excepción de su hermano Bryan estaban invitados al enlace. Tampoco asistieron sus dos hijos, Sean y Jayden, de 16 y 15 años respectivamente. La pareja celebró una ceremonia íntima ante un total de 60 personas entre las que sí se encontraban, según informa la revista 'People', caras conocidas como Madonna, la actriz Drew Barrymore y Paris Hilton, entre otros.
Ha trascendido que la novia lució un espectacular vestido de Versace y caminó hacia el altar mientras sonaba la canciónn 'Can't help falling in love' de Elvis Presley.