Antes de saber nada acerca del ictus de María Teresa Campos, Bigote Arrocet no tenía más que palabras buenas para ella. Ahora que ya lo sabe, su admiración hacia ella es total. El humorista ha visitado ‘El Debate de Supervivientes’ y ha contado cómo se sintió cuando su pareja le narró lo ocurrido con su salud durante su ausencia.
Tratando de no deshacerse en mil pedazos y acabar estallando en lágrimas, Edmundo ha relatado cómo se produjo la conversación: “ella es tan noble que me dejó dormir (se rompe) y esperó hasta el día”; y no fue hasta el viernes cuando se lo contó. “Al otro día yo me quería morir”. Asegura que intentó hacerse el “loco” porque no se lo podía creer. “Me fui al baño, me tomé un Lexatin y salí haciéndome el valiente, pero cuando me enteré de todo fue terrible”.
Carmen Borrego, colaboradora del programa, ha visto lo devastado que estaba la pareja de su madre y, una de las primeras veces que el concursante se rompió, se levantó a darle un abrazo. Sabía que necesitaba el cariño de su familia.
Edmundo está siendo el gran amor de María Teresa en la madurez. Ella ha contado que nunca antes había estado con nadie que se preocupase tanto por su salud y tan detallista. Para él ha tenido que ser un ‘palo’ terrible no haber estado cuando más le ha necesitado, y el gesto tan generoso que tuvo Campos de no querer avisarle para que nada afectase su concurso, es algo que le ha llegado hondo al chileno.
María Teresa sufrió una isquemia cerebral el pasado 16 de mayo, una situación que la tuvo una semana hospitalizada, y de la que poco a poco, con paciencia y ejercicios, va recuperándose de las secuelas que le ha dejado este ictus. A lo que únicamente le ha afectado ha sido a la vista, y seguro que ahora, con su Edmundo cerca, Campos, como dijo Carmen, mejora mucho más rápido. Él era lo que ella necesitaba y, está claro, que ella era lo que necesitaba él.