Era un programa muy especial. Uno dedicado a las personas que más nos cuidan, que más se preocupan por nosotros, que nos dicen eso de 'haz el favor de abrigarte que luego te vas a poner malo'. Claro, las madres, ¡quién si no! Bertín Osborne abrió las puertas de Mi casa es la tuya para que Niña Pastori, Fernando Tejero y Alaska acudiesen con sus madres y protagonizasen uno de los momentos más emotivos. Ni siquiera el presentador pudo contener las lágrimas al recibir un detalle muy pero que muy bonito...
Imposible olvidar las fechas en las que nos encontramos. ¿Qué sería de un programa navideño sin sus correspondientes regalos? Bertín Osborne pasó una rato mas que divertido junto a sus muchos invitados. Niña Pastori, el actor Fernando Tejero y Alaska acudieron al programa del cantante con sus madres, aunque, con la vitalidad que desprendían todas, parecían unas auténticas quinceañeras. Sin duda, esto de la edad es una cosa mental. Solo había que verlas. ¡Qué maravilla!
El momento más emotivo llegó cuando Bertín les anunció a las madres que sus hijos habían tenido un pequeño detalle con ellas, por esto de ser Navidad y tal. Comenzó Niña Pastori, que le había llevado un colgante a su madre junto a una carta de su hija Pastora. En cuanto empezó a leer las palabras de su nieta, no pudo más que arrancar a llorar. ¡Cómo se quieren! Bertín se acercó a darle un sentido abrazo, que un poco más y no consigue acabar de leer la carta.
La madre de Fernando Tejero, que se había quejado antes de que no tenía imágenes con su hijo, se llevó un precioso cuadro de ambos. “Ahora lo tendrás en tu salón”, bromeó Bertín, que no se esperaba que él iba a ser el siguiente. Con la ayuda de Alaska, el programa también había preparado un detalle para el presentador. “No sabía yo nada”, explicaba Bertín mientras abría el paquete. “Yo me emociono muy rápido”. Ni falta hace que lo diga.
“Ya que estamos con nuestras mamis hoy aquí, no podía dejar de estar tú también con la tuya”, explicó Alaska. Se trataba de una ampliación de una fotografía del presentador con su madre. “Es mi madre conmigo de pequeño”, afirmó muy emocionado. “Como si estuviese aquí sentada con nosotros”. Bertín ya no sabía ni por donde tirar. El recuerdo de su madre le había emocionado mucho. “Me he descolocado ya”, aseguraba entre risas.
La última en recibir su regalo fue América, la madre de Alaska. De dentro de una caja apareció un sombrero mejicano y, de repente, unos mariachis comenzaron a cantar. Bertín, experto en esto de las rancheras, se unió al grupo y todos acabaron inaugurando este 2018 al ritmo de la música.