A primera vista puede parecer un poco raro: Ben Affleck y Jennifer Garner anunciaban su separación de mutuo acuerdo después de 10 años de matrimonio. La pareja, sin embargo, ha alquilado una casa propiedad de Brook Shields en el mismo vecindario de Los Ángeles donde residían para instalarse juntos con sus tres hijos.
El motivo no es otro que hacer una transición lo menos traumática para sus hijos. Affleck y Garner, siempre en beneficio de su prole, han decidido separar su residencia en dos para vivir como una pareja separada pero muy cercanos los unos de los otros. Mientras las obras tienen lugar, la pareja se ha mudado temporalmente a esta nueva residencia.
Su residencia temporal es propiedad de Brooke Shields y su marido Chris Henchy, cuenta con cinco habitaciones y cinco baños y pagarán por su alquiler 30.000 dólares al mes. La vivienda está en el mismo barrio que su casa y pasarán el tiempo a caballo entre ésta y Nueva York, ciudad donde el matrimonio pasa la mayoría del tiempo.
Affleck y Garner eran una de las parejas más estables de Hollywood, además de una de las más guapas y admiradas. Pero parece ser que ellos tampoco superaron la 'maldición de los 10 años', que antes que el suyo se llevó por delante el de Gwineth Paltrow y Chris Martin o Tom Cruise y Nicole Kidman, entre otros. Al día siguiente de cumplir diez años de casados, la pareja anunciaba su divorcio después de un desgaste que, según comentaba 'People', podría haber durado años y que habría provocado una desilusión en Jennifer por una parte, y que Affleck se lanzara a los brazos de alguna rubia y se dejara llevar por el juego por el otro.
A diferencia de otros, sin embargo, los Affleck-Garner mantienen una relación cordial y madura que no les impide vivir bajo el mismo techo.