“Han sido unos días muy difíciles”, decía Belén Rodríguez a su entrada al tanatorio de La Paz, donde tenía lugar el último adiós a María Teresa Campos. La colaboradora, que llevaba tiempo alejada de la familia debido a su desencuentro con Carmen Borrego, ha querido dejar de lado todos sus desacuerdos y volcarse con las Campos; de las que ha sido casi una más durante tanto tiempo. “Al final formamos parte de las vidas unos de otros, ha sido todo una vida juntos”.
“Carmen y Terelu está destrozadas, es una enfermedad muy dura y que desgasta mucho y han sido unos días intensos en el hospital”, ha dicho Belén Rodríguez a su llegada. La colaboradora, que recibió en directo en ‘Fiesta’ la llamada de Terelu el pasado domingo, no dudó en acudir rauda a su petición. Quería que estuviera cerca de Teresa, porque para la comunicadora era muy importante. Ella, durante años, fue una parte más de la familia. “Tanto personal como profesionalmente ha sido una parte fundamenta en mi vida”. Y es que, al lado de María Teresa dio sus primeros pasos laborales. Ella le brindó esas oportunidades que acabaron construyendo una sólida carrera. Ella descubrió su afilada ironía y su manera de analizar los realities, que se han convertido en los puntos fuertes de Rodríguez.
“Me quedo muy coja”, decía Belén Rodríguez, completamente desolada. “Casi no he podido reaccionar desde el otro día. Todavía me cuesta asimilar la noticia. Es algo muy duro, Teresa significaba mucho”.
Belén Rodríguez recupera el contacto con las Campos
Desde hacía más de un año, Belén Rodríguez y las hermanas Campos habían visto cómo se enfriaba su relación. Una discrepancia con Carmen Borrego congeló su amistad. Dejaron de ser íntimas, cuando llevaban décadas siendo casi como hermanas. “Cuarenta años, toda una vida”, resumía la colaboradora. Además, tras el fallecimiento de su madre, que también participaba en los programas de María Teresa Campos, Belén se convirtió en una más de la familia.
No se separó la cama de María Teresa cuando esta vivió su ictus en 2017, y ahora, en sus últimas horas, no ha faltado; aunque la situación con sus hijas fuera muy diferente. Pero lo primero era lo primero, y lo primero era mostrarle su cariño a una de las pioneras de nuestro periodismo. A Belén Rodríguez se la pudo ver en el hospital el mismo domingo del ingreso; aseguraba estar “en shock”, no se imaginaba que el deterioro físico de Teresa provocara un adiós tan rápido. El lunes volvió a estar a su lado, para agarrarle de la mano y cubrirla de cariño. Y, por supuesto, el martes ha sido una de las primeras en llegar al tanatorio, donde se la veía descompuesta y aún sin dar crédito.