“Quiero darle un beso a Belén”. Los compañeros de la Esteban se volcaban con ella, porque la madre de Andreíta había fracasado en su intento de sacarse el carnet de conducir.
“He suspendido”, decía alicaída, pero ahí estaba la ‘troupe’ de ‘Sálvame’ para levantarle la moral. “Bueno, no pasa nada, yo aprobé a la segunda”, estallaba Lydia, mientras que Rosa Benito apostillaba en su último día “yo, el coche, a la tercera”. ¿Ves como no pasa nada, Belén? ¡No te ofusques! Seguro que a la segunda lo consigues.
La colaboradora ha estado atendiendo a clases en la famosérrima autoescula San Cristóbal, en Cuenca, lugar de peregrinación patrio, al que acuden todos los vips a los que se les atraviesa el carnet. Allí, donde Kiko Rivera ha tratado de recuperar los puntos, Jon Kortajarena se atusó el flequillo en el retrovisor o donde Tamara Falcó aprendió a cambiar de marchas, Belén pensó que tenía todo ganado para aprobar a la primera. Pero no todo iba ser llegar y besar el santo (San Cristobal, claro), a veces uno necesita más oportunidades.
Esteban ha participado en un curso intensivo de los que oferta la academia, que clama ser capaz de prepararte para el examen teórico en solo 4 días con su método exclusivo. Además, el centro se enorgullece en su página web de ser la autoescuela con el índice mayor de aprobados, pues el 95% de sus alumnos consiguen pasar el test.
Pero este ‘cate’ no amilana a Belén, que se ha tomado su suspenso con deportividad, aunque con unas gotas de decepción. Esteban volverá a las aulas y está vez ira a por todas. Ha fijado su objetivo y no la va a detener un suspenso. Dentro de poco la tenemos volviéndose a examinar, ¡mucha suerte!