Belén Esteban ha retomado, por fin, su rutina tras el gravísimo accidente que sufrió en el plató de Sálvame y por el que su vida se paralizó por completo. La colaboradora sufrió una rotura de tibia y peroné por la que ha tenido que pasar varias veces por quirófano. La de Paracuellos del Jarama ha sido muy clara y ha dejado claro que han sido meses muy complicados a nivel personal y el bajón anímico que ha vivido no se lo desea nadie, algo por lo que no ha tenido más remedio que disculparse con los suyos: "Tengo que pedir perdón a mi madre porque ella siempre ha cuidado a los suyos y ahora ella está para que nosotros le cuidemos a ella, y yo no se lo he hecho pasar bien. He sido muy egoísta porque no quería que viniera a verme". Pero ahora Belén mira al futuro con optimismo y ha comenzado a hacer planes veraniegos de lo más apetecibles.