Belén Esteban reclama a Toño Sanchís un millón de euros más

Esta era el mensaje lapidario que la de Paracuellos mandaba en directo a su exrepresentante y a su mujer. Belén Esteban reaparecía horas después de que Toño abandonara su casa y, emocionada, soltando toda la adrenalina y el sufrimiento acumulados durante tantos años, no pudo contener las lágrimas. Ha sido una lucha de desgaste, pero no ha estado sola. Su marido Miguel Marcos y su madre Mari Carmen, han sufrido y han 'empujado' con ella, como también su círculo de confianza. Así mismo, advertía: "Todavía queda mucho. Esto sigue y aún me queda un dinero que cobrar". Ahora, la de San Blas pretende luchar por demostrar que el representante y su mujer le deben un millón de euros. Lecturas, además, aporta toda la información sobre el proceso penal que ha iniciado contra ellos alegando administración desleal y falsedad documental.

Toño Sanchís abandonaba el chalet de Villanueva del Pardillo (Madrid) a primera hora de la mañana. Fue un adiós lleno de metáforas con los que parecía expresar que esa solo era una batalla ganada, pero no la guerra. "No os imagináis las piedras que este señor ha puesto en el camino...", ha llegado a confesar la colaboradora televisiva. Quien fue como un hermano para Belén dejó la llave colocada en la cerradora, pero también mensajes en las paredes y, sobre todo, mucha suciedad. El patio de la casa estaba atestado de excrementos de perro y el interior del parking con basura por el suelo. Con un pensamiento práctico y ya con el alivio de haberse quitado un peso enorme de encima, la Esteban comentaba jocosa: "La casa se arregla, se limpian las cacas del perro y se limpia la casa entera".

"Lo he pasado muy mal. Si hay una familia que lo ha pasado mal es la mía, porque todo esto nos ha faltado. No ha sido nada fácil", musitaba Belén con la voz entrecortada y ahogada en lágrimas, mientras contaba este calvario que ha durado años. Asimismo, ha descubierto el mayor sacrificio que tuvo que hacer para hacer frente a un proceso judicial y unas deudas que han amenazado su equilibrio, pero también le ha costado mucho dinero: "Yo tuve que vender mi piso, el que me compré con mi padre, que le gustaba mucho ese piso, para pagar a Hacienda una deuda de 700.000 euros que me dejó él".