Ha pasado poco más de un mes desde que una desafortunada caída en pleno plató de 'Sálvame' acabara con Belén Esteban en el hospital a consecuencia de la rotura de la tibia y el peroné. A lo largo de estas semanas, la colaboradora de televisión lo ha pasado realmente mal y al dolor físico se ha sumado un bajón anímico muy importante. "Se me ha parado la vida", confesaba a sus compañeros entre lágrimas y es que esta situación ha obligado a la de Paracuellos a cancelar infinidad de proyectos. "No tengo paciencia y con esto se necesita mucha paciencia", reconocía.