Belén Esteban ha sido la máxima protagonista de 'Sálvame' este martes. Por un lado, le ha tocado comentar las últimas informaciones sobre Jesulín de Ubrique, sobre el que sobrevuelan rumores de ruptura con María José Campanario. Pero la máxima expectación se ha concentrado en conocer su reacción a propósito de la salida a subasta de la casa de Toño Sanchís, cuyo precio de salida es de 266.815 euros y cuya venta servirían para pagar parte de la deuda que todavía mantiene con ella.
Emocionada y muy sincera con el cúmulo de sentimientos que la embargan, la colaboradora televisiva ha narrada el momento en el que recibió la noticia. Esta subasta marca el fin de una guerra judicial, sí, pero también personal en la que han sufrido tanto ella como Miguel, su pareja y con quien se dará el 'sí, quiero' el próximo 22 de junio.
Belén no puede evitar sentirse aliviada. Sus ojos se volvían vidriosos y ha tenido que hacer verdaderos esfuerzos por no romperse. Y es que ha sido mucho el desgaste al que ha sido sometida y que su sufrimiento ha hecho padecer también a los suyos. Ahora respira tranquila y explica que este lunes recibía la llamada de sus abogados informándola de la salida a subasta.
Esteban Menéndez se encontraba en casa con Miguel y con un peso menos encima, la primera reacción que les salió no pudo ser más conmovedora. "Nos dimos un abrazo", pronunciaba emocionada. Y es que la tertuliana ha querido transmitir el auténtico calvario y la presión que han tenido que aguantar, pero sin explicar más de lo que le han recomendado sus abogados. "Esta guerra está llegando a su fin y tengo que decir que estoy contenta. Lo que Miguel y yo hemos sufrido nuestras familias no saben ni la mitad, porque hemos intentado que no les afectara".
Belén no ha llegado a confirmar si pujará por la casa de Toño, aunque sí que ha sugerido que sería lo que le gustaría.
A la princesa del pueblo se le ha vuelto a quebrar la voz al agradecer a Miguel, "mi futuro marido", su apoyo incondicional y haber sido el pilar más importante en "esta guerra que ha durado casi tres años". "No ha sido fácil, pero lo hemos conseguido", ha dicho al final muy conmovida.