Al sufrir diabetes, Belén Esteban pertenece a grupo de alto riesgo frente al coronavirus por ello, tiene que extremar las precauciones. Ese es el principal motivo que le ha llevado a confinarse en casa, como el resto de los españoles, desde el pasado viernes aunque en su caso no puede salir a la calle: "Mi endocrino ha sido muy insistente: no tengo que salir para nada, para nada, para nada", subrayaba.
Belén ha explicado que para ella es muy importante no exponerse a circunstancias que puedan llevarla a contagiarse, una situación agotadora que provoca que esté alerta todo el día y es que no hay que olvidar que su marido Miguel es trabaja en el sector sanitario y está expuesto al virus diariamente.
Durante una conexión con 'Sálvame', la colaboradora explicaba cómo está llevando el día a día entre lecturas, televisión y películas, además de una fuerte preocupación por su madre quien está viviendo este encierro en Benidorm junto a uno de sus hermanos.
Sin embargo y aunque ha expresado que, por ahora, lo lleva bastante bien, ha reconocido que también se ha venido abajo: "Es la primera vez que he llorado por no ir a trabajar", le explicaba a Jorge Javier Vázquez visiblemente emocionada. Y es que aunque asegura que se encuentra "bien", está algo "inquieta" ya que es una mujer muy enérgica: "Yo tengo mis rutinas, soy muy activa y echo de menos ir a trabajar", confesaba.
Desde el plató, Jorge Javier le enviaba mucho ánimo y hacía una reflexión de lo que va a cambiar el pensamiento de los españoles una vez que todo pase: "Estoy convencido de que a la vuelta de todo no se va a quejar nadie de venir a trabajar porque nosotros que venimos a trabajar nos sentimos privilegiados y somos conscientes de ello".