En el más absoluto de los secretos, la princesa Beatriz de York y su marido, Edoardo Mapelli, han bautizado a su primera hija en común, Sienna, nacida el pasado 18 de septiembre en Londres. La ceremonia religiosa tuvo lugar en la capilla del palacio de St. James y tuvo un carácter totalmente privado, ya que no ha trascendido ninguna información y ni mucho menos alguna fotografía.
Cabe imaginar que al bautizo asistieron los familiares más cercanos del matrimonio, entre ellos los abuelos de Sienna, el príncipe Andrés y Sarah Ferguson, así como la princesa Eugenia, hermana menor de Beatriz, su marido, Jack Brooksbank, y el hijo de ambos, August, de catorce meses. La presencia de la bisabuela de Sienna, la reina Isabel II, era toda una incógnita, dado el delicado estado de salud de la soberana británica, quien, aunque ha aparecido recientemente con buen aspecto y sin bastón, no sale del castillo de Windsor desde hace tiempo.
El pasado mes de noviembre, Eugenia de York y su prima Zara Tindall, hija de la princesa Ana de Inglaterra, bautizaron en una ceremonia conjunta a sus respectivos hijos, August y Lucas, de nueve y ocho meses, respectivamente. Los padres de la pequeña Sienna, Beatriz y Edoardo, decidieron esperar a bautizar a su hija a que esta tuviera algunos meses más, ya que en esa fecha esta todavía demasiado pequeña, apenas dos meses, por lo que no se unieron a esa ceremonia colectiva a la que sí asistió la reina Isabel.
Sienna es la primera hija en común del matrimonio, pero Edoardo Mapelli tiene un hijo, Christopher Woolf, nacido de una relación anterior, de seis años.