El príncipe Andrés tiene por delante un futuro más que complicado. Aunque desde que se hicieron públicas las acusaciones que se le imputan por el caso Epstein el hijo de Isabel II se ha esforzado en negarlas una y otra vez, lo cierto es que cada vez lo tiene más difícil. Todo después de que hasta su hija, la princesa de York, haya desmontado una de sus grandes coartadas.
El príncipe Andrés siempre ha negado la versión de Virginia Roberts. La joven lo acusa de haber abusado de ella cuando era menor de edad en dos ocasiones: una en marzo de 2001 en Londres y la segunda un mes más tarde en Nueva York. Desde que explotó el caso, el hijo de Isabel II siempre ha mantenido que ese primer encuentro no se pudo mantener porque en ese momento estaba comiéndose una pizza con su hija, la princesa Beatriz.
Aunque hasta el momento Beatriz de York había intentado evitar cualquier comentario al respecto, lo cierto es que ahora una fuente muy cercana a la princesa ha confesado que ella no se acuerda en absoluto de ese día. Eso sí, cabe la posibilidad de que simplemente le falle la memoria y que esa comida se produjera, aunque no se acuerde. Aún así, sus palabras han hecho sembrar aún más la duda sobre la inocencia de su padre.
Con respecto a la segunda fecha, el duque de York aseguró que su agenda durante ese viaje estaba planificada al minuto. Sin embargo, acaba de desvelarse que en el itinerario de aquel viaja había varias horas señaladas como tiempo privado que coinciden con con un movimiento del avión privado de Epstein, que despejó de Palm Beach para aterrizar en Tereboro, a 20 kilómetros de Manhattan, con varias jóvenes dentro entre las que se encontraban Virgina Roberts.
La joven fue una de las que destaparon la traba de abusos sexuales que habían puesto en marcha supuestamente entre Ghislaine Maxwell y Jeffrey Epstein. Según su testimonio, los cabecillas la forzaron a mantener relaciones sexuales con el príncipe Andrés. El hijo de Isabel II se defendió públicamente en una nefasta entrevista en la BBC el año pasado tras la que fue apartado de todas sus obligaciones dentro de la casa real. Desde entonces, tan solo ha sido fotografiado en varias ocasiones mientras que pasea a caballo alrededor del castillo de Windsor.