Beatriz Trapote, mujer de Víctor Janeiro, se cuela en 'Ven a cenar conmigo'

Ana Obregón, Rappel y Lucía Etxebarría cenaron en casa del diestro y allí pudimos 'ver' a la periodista y esposa de Víctor

Una semana más, 'Ven a cenar conmigo: gourmet edition' nos ha dejado con la boca abierta. Y no precisamente por la elaboración exquisita de sus platos (lo sentimos, pero no llegan al nivel de MasterChef ni queriendo), sino por las delirantes y maravillosas conversaciones que tienen lugar entre sus cuatro protagonistas. En una nueva entrega en la que Víctor Janeiro ha sido el anfitrión, hemos podido comprobar que Ana Obregón, Lucía Etxebarría, Rappel y el propio torero mantienen una relación amor-odio que nos encanta.

Lo mejor de la tercera entrega de este divertido programa ha sido el menú (pretencioso, según él) que el diestro les ha preparado: ensalada campera, huevos con patatas y un postre llamado "Mi primera vez". Sí, como lo lees. Y como una cosa lleva a la otra, Víctor ha terminado la velada confesando sus más ocultas prácticas sexuales. Pero por si no hubiésemos tenido suficiente con eso, Ana Obregón ha recordado como fue Antonia Dell’Atte quien le presentó a Alessandro Lequio (que lo habrá contado como unas 3.564 veces, pero que nunca viene mal recordarlo). Momento en el que Rappel le ha lanzado una pequeña pulla: "Y ahí es cuando le quitaste el marido". Una broma que Anita se ha tomado con humor. ¡Menos mal!

Un dato curioso es que Ana parece haberse recuperado por completo de su gastroenteritis porque se ha puesto morada a bombones que, ojito ahí, Víctor compró expresamente para ella. ¡Qué bonito! Un detalle que no puede ser comparable al que ha tenido Rappel con Lucía. ¿Por qué? Pues porque el futurólogo ha acabado dándole una de sus túnicas a la escritora pero solo por lo insistente que se ha puesto Etxebarría. Vaya, que si hubiese sido por él no se la hubiese dado. Ejem, ejem.

Y mientras que Ana se ha atrevido a vestirse con la chaquetilla de torero de Víctor y ha dado un par de pases con un capote, Lucía ha abandonado la casa (como si fuera esto Gran Hermano) dado que es una antitaurina confesa. ¡Qué trago!

No nos perderemos el próximo capítulo porque le toca a la Obregón preparar la cena. Ese programa promete.