Hace un año, Bea, ganadora de GH 17, daba uno de los pasos más importantes de su vida al adquirir su primera casa en propiedad. La joven, que por aquel entonces disfrutaba del amor junto a Rodri, con quien rompía su relación recientemente, invertía los 300.000 euros del premio de Gran Hermano, en una preciosa casa en la playa que ha acabado de decorar y amueblar. Bea ha vuelto a abrir las puertas de su hogar para mostrar a los seguidores de su canal en Mtmad sus rincones favoritos.
Invertir no es algo para tomárselo a la ligera. Requiere de tiempo para pensar, mucha cabeza y buenos consejos. Bea, la ganadora de GH 17, recurrió a su familia, sus amigos y, claro, a Rodri, para dejarse aconsejar en el que fue el paso más importante que ha dado en su corta vida. La ex gran hermana gastaba los 300.000 euros del premio que se llevó en el reality en adquirir un apartamento en Cullera, justo al ladito de la playa. Un sueño hecho realidad que piensa disfrutar a tope con todos los suyos…
Hace ya un tiempo, Bea y Rodri nos contaron en Lecturas lo que habían hecho con parte del dinero que ganaron en Gran Hermano. Ahora, la ganadora del reality ha hecho un último esfuerzo para terminar de invertir lo que contenía aquel preciado maletín. Una compra que llevaba tiempo gestando pero que, hasta que no lo vio claro, no quiso comprometerse. ¡Un casoplón en la playa!
Bea y Rodri se trasladaron hasta Cullera para visitar un buen número de apartamentos. Algunos les gustaron, otros no, pero no fue hasta encontrar el definitivo cuando lo tuvieron claro. Fue abrir la puerta y sentirse en casa, ha explicado la ganadora en su canal de Mtmad. “Es lo que quiero. No me arrepiento. Es algo que va a poder disfrutar mi familia, mis amigos, la familia de Rodri…”. Bea estaba tan feliz que no podía ni creer que, a sus 21 años, tuviese un apartamento en propiedad.
Apasionados de la playa y el sol, la pareja tuvo muy claro que querían una de esas vistas que quita el sentido. “Estoy un poco en shock”, explicaba mientras mostraba todos los detalles del piso. Tres habitaciones, dos baños, comedor, cocina y una terraza que va a hacer las delicias de todos durante los meses de verano. “Es la primera inversión gorda”, aseguraba mientras acudía a firmar los papeles acompañada de su madre. Rodri había tenido que quedarse en Madrid en un momento tan clave.
Al apartamento le quedaba todavía mucha reforma pero, por fin, tras cambiar baños, cocina, pintar y, claro, buscar los muebles, ya está listo para que lo vean sus seguidores.