Las décadas de trayectoria profesional de Kiko Matamoros frente a las cámaras nos han ayudado a conocerle un poco más. Apasionado de la lectura, la historia y el deporte, ha sido ahora, quizás gracias a la presencia de Marta López Álamo en su vida, cuando hemos conocido el lado más sensible y detallista del colaborador.

La pareja se ha mudado a un palacete del siglo XVIII situado en el centro de Madrid, una casa mucho más grande y luminosa que la que tenían antes y con la que Marta no puede estar más ilusionada: "Tengo unas ganas de ver mi vestidor terminado...", confesaba a sus seguidores.