Cumplir 18 años, o lo que es lo mismo, llegar a la mayoría de edad, no es algo que suceda todos los días, por eso las gemelas Carmen y Sabina Thyssen Bornemisza de Kaszon et Imprefalia Cervera, las hijas de Tita Cervera, tuvieron dos fiestas de celebración para esta fecha tan importante en sus vidas.
La primera de ellas tuvo lugar el pasado junio, cuando las hermanas reunieron a sus amigos más cercanos en una masía cercana a Sant Feliu de Guíxols, la localidad de la Costa Brava en la que se encuentra el chalet Más Mañanas, en el que ellas vivieron de niñas. Dentro de esa celebración, Carmen y Sabina pudieron disfrutar del yate de mamá, el 'Mata Múa'.
De pequeñas no iban al colegio
Junto a sus amigos, Carmen y Sabina, vivieron una jornada marítima en la que tomaron el sol, se bañaron y disfrutaron del mar Mediterráneo a bordo de una moto de agua, tal y como recogía la revista Lecturas la pasada semana, en exclusiva.
La segunda celebración fue mucho más íntima, ya que se hizo en casa con su madre, y tuvo lugar el 6 de julio, fecha en la que las dos jóvenes vinieron al mundo hace ahora 18 años. Carmen y Sabina nacieron en Los Ángeles mediante gestación subrogada, dos años después del fallecimiento del barón Thyssen.
Con el nacimiento de las gemelas, Tita Cervera vio colmada sus ansias de ser madre, al menos, de una niña. Como vinieron dos, Tita vio cumplido su deseo por partida doble.
Los primeros años de vida de las gemelas transcurrieron en Más Mañanas, la finca construida sobre los acantilados de la Costa Brava con unas impresionantes vistas al mar. Allí las niñas recibían una educación escolar en casa, algo que la propia Tita calificó como "una educación renacentista", ya que no solo obtenían los conocimientos habituales en la primera enseñanza, sino también eran instruidas en materias de arte y música.
Dos chicas 'normales' que no buscan ser famosas
Tita Cervera siempre procuró que sus hijas se mantuvieran al margen de los objetivos de la prensa. De hecho, ni Carmen ni Sabina han mostrado ningún interés por ser famosas, pese a serlo desde la cuna. Son dos chicas 'normales', si es que ese adjetivo se ajusta a su situación y a sus apellidos. Pese a apellidarse Thyssen, ni Carmen ni Sabina recibirán nada de la herencia del barón, algo que sí sucedió con su hermano mayor, Borja Thyssen. La diferencia es que Borja fue adoptado por el marido de su madre y era, por tanto, hijo legítimo de él, lo que no es el caso de las gemelas.
Tras esos primeros años viviendo recluidas en Más Mañanas, Tita Cervera y sus hijas se trasladaron a vivir a Villa Favorita, en Lugano (Suiza), una de las residencias preferidas de Tita hasta que decidió venderla en 2015.
Residencia en Andorra
Tita Cervera estableció su residencia fiscal en Andorra, donde adquirió dos casas, una para ella y otra para su hijo Borja y su familia. Tras abandonar Villa Favorita, Tita y las niñas se mudaron al pequeño país de los Pirineos, en el que Carmen y Sabina han estado estudiando en el más prestigioso colegio internacional del pequeño principado.
Lo cierto es que Tita Cervera ha conseguido que sus hijas lleven una vida discreta y apenas las hemos visto en fotografías, más allá de algunas vacaciones en Ibiza, Marbella o la Costa Brava, o cuando en alguna ocasión –pocas, todo hay que decirlo– han acompañado a su madre en algún acto del Museo Thyssen o de la Fundación.
Dos personalidades muy distintas
¿Pero cómo son Carmen y Sabina? La verdad es que, aún siendo gemelas, son muy distintas, tanto físicamente como de carácter y personalidad. Carmen es rubia y tiene los ojos azules, Sabina es bastante más alta que su hermana y tiene los ojos marrones. Sus facciones también se diferencian y a Sabina le gusta llevar flequillo.
El carácter de cada una y sus inquietudes son, seguramente, lo que más las distingue. Carmen es muy estudiosa y quiere enfocar su futuro en la universidad. Estudiará Administración de Empresas y está llamada a ser la heredera de su madre en lo que a gestión de las colecciones de arte se refiere.
En una entrevista que Susanna Griso le hizo a Tita Cervera en 'Espejo público', la baronesa comentó: "La mayor [Carmen] quiere ir a la universidad. Es una de las mejores estudiantes de su colegio. Ella solo estudia, estudia y estudia. A veces le digo que pare, pero ella me dice “mamá, tengo nosecuantos exámenes hoy” y yo entonces le digo 'Carmen, sarna con gusto no pica".
Sabina es la artista
Por lo que se refiere a Sabina, la menor de las dos gemelas pues fue la segunda en ver la luz, parece que ha heredado las inquietudes artísticas de su madre. Canta, toca el piano y recibe formación musical. De ella dijo su madre: "Sabina se llama como mi abuela. Y ella es más artista, le encanta dibujar y hace cómics. Te coge el acento de cualquier idioma, te hace de una rusa, de una americana…". Sabina es mucho más tímida que Carmen y por ese motivo no suele acompañar a su madre a actos a los que sí va su hermana. Carmen, según su madre, es más seria y disciplinada, mientras que Sabina es más bohemia, un espíritu libre.
En lo que sí coinciden las dos gemelas es en sus gustos musicales. Como millones de fans en todo el mundo, Carmen y Sabina admiran a Taylor Swift. Y, por supuesto, ambas son unas apasionadas del mar, afición que les ha inculcado su madre.
Sobre su futuro, Tita Cervera declaró a la revista Hola: "Nunca les he dicho lo que tienen que hacer porque creo que deben ser ellas mismas quienes elijan. Les puedes aconsejar, claro, sin forzarlas. Sí quisiera que se dedicasen a gestionar los museos que tenemos y Carmen está decidida".
De momento, nada de novios
Con 18 años recién cumplidos, las gemelas están en edad de enamorarse y dejarse querer, pero son muy jóvenes todavía para pensar en relaciones serias y, mucho menos, en boda. Lógicamente, tienen amigos cercanos y a Carmen hemos podido verla acompañada de un amigo, al parecer, especial.
"De boda y casarse no hablamos, pero sí hablan conmigo de chicos. Yo procuro que lo hagan porque quiero que me cuenten esas cosas... Mi mayor preocupación es que pierdan el tiempo con una persona que no sea adecuada y eso afecte a sus vidas y, si eso ocurre, en el amor también se aprende", declaró Tita Cervera.