Ya queda menos para que Rodolfo Sancho (48 años) y su hijo, Daniel Sancho (29 años), se reencuentren y se vean en persona por primera vez desde la detención del joven el pasado 4 de agosto. Desde ese día, padre e hijo han hablado casi a diario. Daniel, a la primera persona a la que llamó cuando lo detuvieron fue precisamente a su padre, el hombre que, desde que era un adolescente pendenciero, le sacaba las castañas del fuego y daba la cara por él. En esta ocasión, el caso es distinto. Daniel ha ido mucho más lejos de lo que fueron aquellas trastadas y peleas de chaval conflictivo.
Sobre el hijo de Rodolfo Sancho pesa la acusación de asesinato con premeditación del cirujano Edwin Arrieta (44 años), un delito gravísimo que en Tailandia está castigado con la pena de muerte. De ser finalmente condenado, solo la mediación del rey de Tailandia podría liberarlo de la pena capital si el día de su cumpleaños le conmuta esa condena por una cadena perpetua. En cualquier caso, el futuro de Daniel Sancho no es nada halagüeño.
Un desembolso de 130.000 euros
Rodolfo Sancho ha tardado un mes en viajar a Tailandia para poder ver a su hijo. Su tardanza ha estado motivada por el enorme desembolso económico que el actor ha de realizar para ayudar a su hijo Daniel a salir lo mejor parado posible de la complicada situación en la que se encuentra. Se calcula que entre viajes, estancias y, sobre todo, abogados, ayudar a Daniel le va a costar a Rodolfo Sancho la friolera de 130.000 euros, una cantidad que puede ser superada con creces si Daniel es condenado a muerte o a cadena perpetua, ya que su caso podría prolongarse por espacio de entre ocho a diez años. Hoy por hoy, se calcula que Rodolfo Sancho ya ha tenido que desembolsar 20.000 euros, entre viajes, minutas y provisión de gastos de los abogados.
¿Pero cómo será el reencuentro de padre e hijo? No va a ser fácil, sobre todo por las complejas circunstancias en las que se encuentra Daniel, en prisión preventiva mientras no concluya la investigación del crimen que le costó la vida a Edwin Arrieta, se celebre el juicio y el juez dicte una sentencia. Este proceso podría iniciarse antes de final de año, tal y como reveló Big Joke, el número dos de la policía tailandesa en una entrevista que ha concedido al programa 'Y ahora, Sonsoles' y que podremos ver en su totalidad esta tarde a partir de las 18 horas.
Daniel tiene que responder por sus actos, por muy escabrosos que estos sean
Rodolfo Sancho, al que hemos visto muy afectado en los aeropuertos de Madrid, antes de tomar el avión a Tailandia, y a su llegada al aeropuerto de Bangkok, sabe que ese reencuentro va a ser muy duro. Su hijo ya no es un niño, sino un hombre hecho y derecho que tiene que responder por sus actos, por muy escabrosos que estos sean.
Si el actor de series como 'El ministerio del tiempo' o 'La señora' se hace acompañar de algún miembro de la embajada española en Tailandia, como hizo Silvia Bronchalo (48 años), la madre de Daniel, los dos primeros días de su estancia en aquel país asiático, la visita a su hijo puede durar una hora e incluso algo más. Si no es así, las visitas de los familiares a los presos apenas duran 20 minutos.
Aunque Rodolfo Sancho se haga acompañar de sus dos abogados, las normas de la prisión indican que solo puede entrar en la visita una persona cada vez, siempre y cuando estén en la lista de diez personas que Daniel habría proporcionado a la dirección de la cárcel. Quizá en esa lista hayan podido añadir los nombres de los nuevos abogados que se van a ocupar de elaborar la estrategia de defensa de Daniel, asesino confeso del crimen de Arrieta.
Un reencuentro lleno de emociones
No es difícil imaginar cómo serán esos minutos en los que Daniel tendrá, frente a frente, a su padre, aunque sea a través de un cristal y con un teléfono para hablar. Quizá, tal y como ocurrió con su madre, Daniel sea incapaz de responder a la pregunta de "¿por qué", que ya le hizo Silvia Bronchalo y que, seguramente, también se la ha hecho Rodolfo en las muchas llamadas telefónicas que padre e hijo han mantenido este mes.
Como tampoco es difícil imaginar que en ese primer encuentro las lágrimas de uno y otro broten como si no hubiera un mañana. Demasiadas emociones y un momento muy duro para Daniel y Rodolfo. Eso sí, tanto Silvia como Rodolfo van a estar arropando y ayudando a su hijo en todo momento. Aunque se desconoce cuánto tiempo permanecerán en Tailandia, la idea es que Daniel no se sienta solo, por lo que cabe la posibilidad de que padres, tíos y otros familiares vayan alternándose para viajar a Tailandia y hacerle sentir a Daniel que, haya hecho lo que haya hecho, ellos seguirán siendo su familia.
El 'regalo' que reciben los presos por su buen comportamiento
Si el rey de Tailandia tiene la potestad de conmutar la pena de muerte por una cadena perpetua, la reina madre también puede hacer un 'regalo' a los presos con motivo del día de su cumpleaños, el 12 de agosto. Ese 'regalo' consiste en que se les puede dar permiso a aquellos presos que hayan mostrado un buen comportamiento durante su estancia en prisión –que sería el caso de Daniel– para que tengan un contacto físico con los familiares que los visitan. Esto significa que durante unos minutos los presos pueden abrazar y tocar a sus familiares y no hablar con ellos a través del cristal como es lo habitual. Los únicos requisitos que le exigen es, en primer lugar, que los presos lo soliciten y, después, que las visitas lleven mascarilla y se hayan realizado el día anterior una prueba de covid-19, que debe ser negativa.