María Teresa Campos fallecía el pasado martes 5 de septiembre en Madrid a los 82 años. La comunicadora permanecía ingresada desde este domingo en el Hospital Universitario Jiménez Díaz por "un cuadro de insuficiencia respiratoria aguda", tras arrastrar problemas de salud durante meses.
La mítica periodista, que formó parte de las 'chicas y chicos Hermida', siempre ha estado muy unida a su familia. A pesar de que los medios de comunicación ocupaban casi el 100% de su tiempo porque eran prácticamente toda su vida, la madre de Terelu Campos y Carmen Borrego nunca dejó aparcada su faceta de madre, abuela, tía o hermana. Cuando las hijas de María Teresa supieron que la matriarca estaba ya en su peor momento de salud, avisaron a todo su círculo cercano para que pudiera darle el último adiós, entre ellos Tomás y Concha, los únicos hermanos vivos (de los cinco que tenía la comunicadora fruto de la historia de amor de sus padres, Concepción y Tomás) que todavía viven
La despedida de Tomás y Concha
Según cuentan en 'El español', desde la llegada a la Fundación Jiménez Díaz de María Teresa, ambos hermanos estuvieron acompañados por Terelu y Carmen, quienes se han estado turnando junto con Alejandra Rubio para que no estuvieran solos en estos momentos tan complicados. De hecho, Tomás y Concha pudieron despedirse de su hermana, darle la mano y decirse sin palabras lo mucho que se han querido y se quieren.
María Teresa tuvo siempre una buenísima relación con todos sus hermanos, pero lo cierto es que sentía devoción por la más pequeña de todos, Araceli Campos. Aquel vínculo que ni la enfermedad ni la muerte ha podido deshacer se extendió a sus hijas y a sus tres nietos, Carmen, José María y Alejandra. Los hijos de Carmen y Terelu habían tenido muchísimo trato con su tía abuela y la despidieron con una pena que les arrasaba.
La hermana de la presentadora había sido diagnosticada de cáncer de mama en marzo de 2014. Se ponía en tratamiento con una fuerza y una serenidad que fue todo un ejemplo para quienes la conocían, siendo ella tan menuda. Nunca faltó a su lado su hermana María Teresa, que de nuevo tenía que volver a lidiar con una enfermedad que ha saboteado tantas veces la felicidad familiar. El diagnóstico de Leli cayó como un jarro de agua fría después del que había tenido que afrontar Carmen, Terelu y ella misma en 2008, cuando le detectaron uno en la garganta. "No es una noticia que me gustaría dar, pero sé que tampoco la tengo que esconder. Es una gran luchadora y saldrá adelante. Somos seis hermanos y en la familia Campos ya somos expertos en superar esta enfermedad", afirmó Teresa, que se mantuvo firme apoyándola durante todo el proceso. Con 58 años y cinco hijos, Leli fallecía finalmente de un tumor cerebral año y medio después. Con un dolor insoportable, la emblemática periodista, que se encontraba en Madrid para cumplir sus responsabilidades profesionales, ponía rumbo a Málaga ante un dramático final. Horas después de la llegada de su hermana mayor, Leli fallecía en el hospital donde había sido ingresada solo unos días antes. De un día para otro empezó a tener dolores, "y en tres días se fue".