Antonio Banderas es un hombre afortunado. En todo. Y eso es porque ha sabido luchar y esforzarse como nadie y, además, ha sabido también rodearse de gente muy inteligente. La suerte, ya se sabe, hay que buscarla y Antonio de eso sabe mucho.
Estos días el actor malagueño ha estado en Los Ángeles donde ha estado promocionando, junto a Pedro Almodóvar, la película 'Dolor y gloria', del cineasta manchego, elegida por la Academia de Cine Español para optar al Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Antonio y Pedro están asistiendo a eventos y a programas de televisión para acercar a los estadounidenses y a la Academia de Hollywood su último trabajo.
En una de esas entrevistas televisivas, Antonio Banderas reveló un detalle desconocido hasta ahora por el gran público, ya que nunca antes lo había contado. Gracias a la rápida intervención de su novia, Nicole Kimpel, el infarto que sufrió el actor hace casi tres años pudo ser reversible. En otras palabras, que le salvó la vida, literalmente.
"A mi novia le dolía la cabeza y no teníamos nada en casa para que se tomara. Entonces salió a comprar algo, un analgésico o lo que sea. Compró aspirina que es lo único que encontró, y encontró además la de cinco miligramos que creo que es la máxima", comentó Antonio. "A la mañana siguiente comencé a tener los síntomas del infarto y sabía claramente lo que estaba pasando. Nicole me puso una de esas aspirinas dentro de la lengua y eso me salvó la vida", explicó.
A raíz del infarto, Antonio Banderas dejó de fumar y se tomó su carrera profesional con más calma. "Tuve suerte después de todo, porque un ataque al corazón puede matarte... En cierto modo, es una de las mejores cosas que suceden en mi vida, tener un ataque al corazón, porque tuve una segunda oportunidad y algunas cosas cambiaron en mi vida desde entonces", reveló el actor malagueño.