Hace solo unos días salía a la luz que Isabel Preysler (72 años) y Alfonso Díez (72 años), viudo de la desaparecida duquesa de Alba, habían disfrutado de una cita doble en un conocido restaurante de Madrid, donde se les pudo ver muy cómplices. Un encuentro que, según las ‘Mamarazzis’, habría hecho saltar las alarmas de que entre ellos haya surgido algo más que amistad, una ilusionante etapa que estarían viviendo con total libertad.
Al margen de los protagonistas, que se resisten a confirmar o desmentir la noticia, una de las reacciones más esperadas era la de Mario Vargas Llosa (86 años), quien hace poco más de cuatro meses ocupaba el corazón de la madre de Tamara Falcó. Relajado y visiblemente feliz, el escritor reaparecía ante las cámaras de Europa Press a las puertas de su casa en Madrid junto a su hijo Gonzalo, el más crítico con su relación con Isabel Preysler.
Padre e hijo, muy cómplices, han revelado que han pasado unos días inolvidables en Lima (Perú), días de desconexión en familia que confirma que Isabel ya es cosa del pasado. Cuando el reportero le preguntaba abiertamente por la supuesta relación entre Isabel Preysler y Alfonso Díez, el Premio Nobel se retiraba a un lado dejando a su hijo como parapeto. En ese momento, Gonzalo tomaba la palabra y dejaba muy claro que son muy felices desde que la reina de corazones está lejos de ellos pero el gesto de Mario al escuchar que su ex podría haber rehecho su vida sentimental lo decía todo. ¡Dale AL PLAY!
Pero no solo eso, el escritor también ha tenido que hacer frente a las declaraciones que le dedicó Julio Iglesias en defensa de la madre de sus hijos, palabras en las que expuso que sea como sea la ruptura "un caballero y un señor sabe cómo acabar las cosas (...) El comportamiento del señor Vargas Llosa ha dejado mucho que desear", sentenciaba.