El 21 de noviembre de 2014, a las 7.55 de la mañana, dos funcionarias de prisiones custodiaban la entrada de Isabel Pantoja (67 años) en la prisión de Alcalá de Guadaíra, en Sevilla, para cumplir la condena de dos años por blanqueo de capitales. Fueron unas imágenes impactantes, ya que nadie esperaba que la tonadillera, sin antecedentes y con una condena no superior a dos años, llegara a ingresar en la cárcel, pero el juez fue implacable con ella y el auto de prisión se cumplió a rajatabla.
Con la cabeza muy alta
Con gafas de sol y vestida de oscuro, Isabel Pantoja no ocultó su rostro en ningún momento. Recorrió el trayecto desde donde la dejó coche hasta las puertas de la prisión con paso firme y la cabeza alta, sin mirar atrás. Seguramente, debió sentir un escalofrío cuando esa puerta se cerró tras ella, pero como la heroína de una novela, estaba dispuesta a asumir el "error" –según sus palabras– de haberse enamorado de Julián Muñoz.
Isabel Pantoja siempre comparó su caso con el de la infanta Cristina –que fue absuelta del caso Nóos–, afirmando que no sabía nada de los tejemanejes económicos de su pareja y, aún menos, de todo lo relacionado con el caso Malaya, la mayor trama de corrupción urbanística destapada en España, por la que el exalcalde de Marbella ya cumplía una condena de 20 años.
Desde ese momento y hasta el día de hoy, la vida de Isabel Pantoja y la de su familia ha cambiado mucho. En prisión, Isabel mataba su tiempo en un taller de costura y, en junio del año siguiente, la cantante pudo disfrutar de su primer permiso carcelario. Ese día lucía un sol brillante e Isabel lució una blusa roja que había confeccionado ella misma en el taller. Isabel, sabedora de la expectación que siempre despierta, apareció muy sonriente (y sin gafas de sol) de la mano de su hermano Agustín. Durante ese primer permiso de cuatro días, reunió a su familia en Cantora, una armonía que, poco a poco, se iría resquebrajando en estos últimos nueve años hasta romperse por completo.
Vuelta al trabajo tras cumplir la condena
Tras cumplir dos terceras partes de su condena, Isabel Pantoja obtuvo en marzo de 2016 la ansiada libertad condicional, lo que le permitió regresar a su casa y no dormir más en la cárcel. Unos meses después, el 28 de octubre, se cumplían los dos años a los que fue condenada, por lo que Isabel Pantoja volvía a ser una ciudadana libre tras pagar su deuda con la sociedad.
Isabel tuvo que hacer frente, además de la pena de prisión, a una multa de 1,4 millones de euros, así que, de inmediato, se puso a trabajar. Ese otoño grabó un nuevo disco, 'Hasta que se apague el sol' y tenía grandes planes para su reaparición. Juan Gabriel la había invitado a trasladarse a México, para que no se sintiera acosada por los medios, pero el inesperado fallecimiento del autor del célebre 'Así fue', dos meses antes de la salida de prisión de Isabel, truncó esos planes.
Su primera actuación en libertad
Ni gira ni televisión ni escenario, su primera actuación tras recuperar la libertad fue con motivo de un evento muy especial: la boda de su hijo Kiko Rivera e Irene Rosales, que, años después, supimos que no hubo boda porque Kiko jamás llevó los papeles al juzgado. Sea como fuere, Isabel actuó para los novios y para sus invitados y se afirmó en su día que la voz de la Pantoja no se había visto afectada por los años de prisión.
Isabel Pantoja, sin embargo, se encerró en Cantora. Su madre, doña Ana, cada vez estaba más delicada de salud. De hecho, nunca le dijeron a la anciana que su hija había pisado la cárcel, sino que su ausencia se debía a que estaba de viaje. Por esa época, su mayor ilusión era tener cerca a sus nietos. El mayor, Francisquito, hijo de Kiko y Jessica Bueno; el segundo, Albertito, hijo de Isa y Alberto Isla; y las dos pequeñas, Ana y Carlota, hijas de Kiko e Irene.
Su desembarco en Telecinco
Pero Isabel necesitaba trabajar. Aún mantenía una importante deuda con Hacienda, y, finalmente, aceptó la interesante oferta de Telecinco: participar en 'Supervivientes', además de dos programas, 'Idol Kids' y 'Top Star'.
La propia Isa Pantoja había asegurado que su madre era una gran seguidora de 'Supervivientes' y que este era un reality en el que le gustaría concursar "porque le gusta mucho pescar", dijo Isa. En Honduras, Isabel Pantoja habló tímidamente de su paso en prisión, sin decir nunca esa palabra –decía "el sitio en el que estuve"– y labró una firme amistad con Omar Montes, exnovio de su hija Isa. Ese fue uno de los primeros desencuentros de Isa con su madre, cuando la tonadillera invitó a su fiesta de cumpleaños a Montes, lo que le sentó muy mal a Isa, que acudía a la fiesta con Asraf.
Isabel Pantoja abandonó 'Supervivientes' por motivos de salud, aunque la propia Isabel admitió después que ella se encontraba perfectamente. Vamos, que la hicieron abandonar para que no tuviera que someterse al veredicto del público si resultaba nominada. Ya en plató, sus dos hijos, así como su sobrina Anabel, acudieron a recibirla.
El principio del fin de la mala relación con sus hijos
La buena relación entre madre e hijos aún daría algunos coletazos. Por ejemplo, Isabel Pantoja no dudó en apoyar a su hijo Kiko cuando este presentó la gira 'Así soy yo'. Isabel abandonó Cantora y junto a su sobrina Anabel, su nuera Irene Rosales y su todavía amiga Raquel Bollo, estuvo bailando reguetón al ritmo de los pegadizos temas de Kiko.
Claro que no sucedió lo mismo cuando su hija Isa Pantoja debutó en la música y presentó su primer y único vídeoclip, 'Ahora estoy mejor'. Se esperó hasta el último momento la presencia de Isabel Pantoja, pero esta no apareció. Este sería uno de los muchos desaires que la tonadillera ha tenido con su hija a lo largo de estos últimos años.
'La herencia envenenada' e Isa saltando la verja de Cantora
La bomba saltó, sin embargo, con el programa especial 'La herencia envenenada', en el que Kiko Rivera acusó a su madre de haberlo estafado en connivencia con su tío Agustín y el albacea de su padre, Ramón Calderón, expresidente del Real Madrid. Según Kiko, su tío le hizo firmar unos papeles mientras su madre estaba en la cárcel y él los firmó sin mirar.
Esos documentos, insistimos, según Kiko Rivera, lo hipotecaban a él casi de por vida. Además, aseguró que su madre se había apoderado de la mayor parte de Cantora, cuando esa herencia le correspondía a él, según el testamento de su padre. Dispuesto a demandarlos a todos, al final, Kiko no demandó a nadie, al contrario, el demandado fue él porque Ramón Calderón le exigió que rectificara –le acusó de haberle robado– y Kiko nunca rectificó, creando una brecha entre madre e hijo prácticamente insalvable.
Isabel Pantoja no quería salir de Cantora, no quería hablar con nadie y, de hecho, dejó de tener móvil, de modo que para hablar con ella había que pasar por el filtro de algún familiar o de alguien del servicio. Que se lo digan si no a Isa que en cierta ocasión tuvo que saltar la verja de Cantora para poder entrar a ver a su madre.
Sin ver a sus nietos
Irene Rosales, que por aquel entonces colaboraba con 'Viva la vida', el programa que presentaba Emma García antes de 'Fiesta', apoyó en todo a su marido. La nuera de Isabel Pantoja vivió unos meses muy duros, con las muertes de su padre y de su madre con apenas unos meses de diferencia.
Una llamada telefónica de Isabel a su nieta Ana por su quinto cumpleaños terminó por romper toda la relación. Isabel le dijo a la niña: "Soy tu abuela, la que dicen que está muerta. ¡He resucitado! Si tu madre tiene tiempo entre tele y tele, que te ponga este audio". Irene se indignó porque no hacía mucho que acababa de morir su madre, por lo que ese mensaje, nada apropiado para ser escuchado por una niña de cinco años, dejó muy confundida a la niña.
La muerte de doña Ana y Bernardo Pantoja
El fallecimiento de doña Ana, madre de Isabel, en septiembre de 2021, coincidió con la boda de Anabel Pantoja y Omar Sánchez en La Graciosa. Nada más conocer la noticia, Kiko e Irene abandonaron las Canarias y se dirigieron a Cantora, no así Isa, por quien la anciana mujer nunca demostró mucho amor por la hija de Isabel. Kiko y su madre se fundieron en un emotivo abrazo, lo que hizo exclamar a la cantante: "'¡Gracias, mamá. Has tenido que morirte para que mi hijo venga a verme!".
En noviembre de 2022, otro duro golpe recayó sobre el clan Pantoja. Bernardo Pantoja, hermano de Isabel y padre de Anabel, murió a los 69 años. Kiko, que sí mantiene una buena relación con su prima Anabel, fue a darle el pésame y a despedirse de su tío.
Los problemas de salud de Kiko
Pero fue tan solo una tregua. Es cierto que Kiko quería mucho a su abuela, ya que, a fin de cuentas, fue quien la crio cuando su madre se iba de gira, pero en pocos meses, Kiko volvió a la carga.
La salud de Kiko le ha dado varios sustos. Un ictus en 2022, un cólico nefrítico y un problema cardiovascular este pasado verano no han conseguido mejorar las relaciones familiares. Isabel Pantoja ha ido a verlo al hospital y aunque, inicialmente, Kiko agradecía la visita, al final acababan discutiendo. Kiko afirma que su psicólogo le ha recomendado que no vea a su madre para no alterarse.
Gira por América e invitada al Baile de la Rosa
No todo han sido malos tragos para Isabel Pantoja. Este 2023, Isabel ha regresado a los escenarios con una mini gira por Estado Unidos y Latinoamérica, en la que ha colgado el cartel de 'no hay billetes' en todos sus conciertos.
Además, fue invitada al Baile de la Rosa, uno de los eventos más importantes de cuantos se celebran en Mónaco, en el que los príncipes Alberto y su hermana Carolina ejercen de perfectos anfitriones. Isabel no pudo fotografiarse con ellos, ya que su invitación corrió por cuenta del transformista catalán Manuel Dalgó, que, a su vez, es próximo a la familia real monegasca a través de su pareja, el empresario Thomas Schmieder. Pero eso es lo de menos. Que Isabel estuvo en el Baile de la Rosa, estuvo.
Y no solo eso, tras triunfar en América, Isabel ha iniciado una gira por España que la llevará a actuar en distintos puntos de nuestro país para celebrar sus 50 años sobre el escenario. Eso sí, de sus hijos no quiere manifestarse públicamente, como pudimos ver recientemente en 'El hormiguero'.
El último feo a su hija Isa
Genio y figura hasta la sepultura, dice el refrán. Su familia está ya totalmente rota, sin visos de solución. Su hija Isa se casó este pasado mes de octubre con Asraf, su pareja de los últimos cuatro años. Isa esperó hasta el último momento para que su madre asistiera a su boda, pero, tal y como hizo años atrás con la presentación de su disco, Isabel no hizo acto de presencia.
¿Los motivos? Desde luego, hay dos muy claros. El primero, la presencia en la boda de Dulce Delapiedra, la niñera que se ocupó de Isa cuando era una niña y que tiene demandada a Isabel Pantoja. Y segundo, que Jorge Javier fuera el padrino de boda de Isa, después de que esta –peleada con su hermano– le pidiera que la llevara al altar. Isabel Pantoja y Jorge Javier mantuvieron una muy estrecha amistad durante unos años, pero esa relación también acabó.