Este miércoles, la vida de Aless Lequio se apagaba para siempre a consecuencia de un terrible cáncer con el que llevaba luchando más de dos años. El joven, de 27 años, se encontraba ingresado en Barcelona desde hacía dos meses con la compañía incondicional de sus padres, que no se han separado de su lado hasta el último día. 

De carácter amable y con gran sentido del humor, Aless siempre se ha enfrentado a la enfermedad con la mejor de sus sonrisas y sin dejar hueco al miedo. Una fortaleza que le ha transmitido a Ana Obregón, quien no podía estar más orgulloso de su hijo.