Ha sido una de las fiestas más esperadas del año, y es que desde el pasado mes de julio que cumplieron la mayoría de edad, se ha estado especulando sobre la fiesta de 18 cumpleaños de los mellizos de Cayetano Martínez de Irujo.
Y llegó el gran día. El pasado sábado 7 de septiembre los mellizos han vivido una de las noches más mágicas de su vida, una velada muy especial rodeados de sus familiares y amigos que, sin duda, recordarán siempre. La fiesta, a la que no le faltaron sorpresas y muchas emociones, estuvo organizada por los dos jóvenes, sin embargo para ellos también hubo alguna sorpresa que otra.
Para la decoración se escogió una temática rústica. Las mesas, que fueron ubicadas dentro de una gran carpa, se vistieron con manteles con motivos florales y se adornaron también con flores naturales. Sobre los invitados, un gran cielo de guirnaldas de luces convirtió la estampa en una atmósfera de ensueño. Los invitados, que contaban con sus sitios asignados, disfrutaron de un extenso menú escogido con mucho mimo. Los anfitriones escogieron sus lugares en mesas diferentes, para disfrutar cada uno de sus amigos. Entre los invitados se encontraban su prima Cayetana Rivera o Martina Figo, la hija de Luis Figo y Helen Svedin.
Como sorpresa para los jóvenes se proyectó nada más acabar la cena un vídeo con algunos de los mejores momentos de su vida. Su infancia, viajes, anécdotas con sus amigos, imágenes personales en familia... Cada buen recuerdo quedó reflejado en este recopilatorio visual con el que dio comienzo la fiesta posterior, una celebración que se alargó hasta bien entrada la madrugada y que contó con el grupo musical Trapical Minds.
Pero antes de los bailes tuvo lugar un momento muy especial para los hermanos: un vals que quisieron protagonizar con sus padres, Cayetano Martínez de Irujo y Genoveva Casanova, como respectivas parejas de baile. La expareja, que mantiene una buena relación gracias a sus hijos, vivieron con mucha ilusión tanto los momentos previos a la velada como la misma noche, mostrándose emocionados y felices en todo momento.
A modo de homenaje a su abuela paterna, Cayetana Fitz-James, la ubicación escogida para la celebración fue el palacio Arbaizenea, una muestra del recuerdo y el cariño de sus nietos. Cabe recordar que este bello enclave del País Vasco, concretamente San Sebastián, era uno de los refugios favoritos de la duquesa, quien solía pasar allí todos los meses de julio.