La revista Vanity Fair consiguió, en la fiesta de celebración de la publicación de su número 100, algo que parecía casi imposible, reunir a Isabel Preysler y Carlos Falcó con sus respectivas parejas bajo el mismo techo. Algo que nunca había sucedido hasta el momento
Los primeros en llegar al evento fueron Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa. La filipina sorprendía enfundada en un vestido blanco, que le sentaba como un guante y que bien podría haber llevado una novia. “¡Qué guapa y radiante va la novia!”, se escuchaba en el photocall, a lo que Vargas Llosa respondía “la novia siempre está guapa”. El Nobel se mostró más sonriente de costumbre y es que Isabel estaba espectacular y formaban una de las parejas más elegantes de la cita.
Tras pasar un par de invitados, hacían acto de presencia Carlos Falcó y Esther Doña, quienes tampoco escatimaron en elegancia. A pesar de que ambas parejas estuvieron separadas por apenas unas pocas personas no se dirigieron la palabra, por lo menos en el photocall delante de la prensa.
Esther no tenía nada que envidiar a Isabel, pues eligió un vestido negro de generoso escote que afinaba su figura y con el que consiguió una mezcla perfecta de elegancia y sensualidad. Ante la prensa la pareja se mostró amable, y aunque el marqués de Griñón no quiso responder a las preguntas sobre su exmujer y su presencia en el evento sí que aprovechó para desmentir que él y Doña se vayan a dar el “sí, quiero” antes de que acabe el año, por lo que la celebración se pospondrá para el próximo 2017.
Y es que, al contrario de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa, Carlos Falcó y Esther Doña tienen muy claro que quiere convertirse en marido y mujer. Si bien todo apunta a que finalmente la socialité y el escritor acabarán pasando por la vicaría, es muy probable que Carlos y Esther sean los primeros en hacerlo.
Dos buenas noticias para la hija en común de la pareja, Tamara Falcó, quien seguro está encantada de ver como sus padres están enamorados, felices y dispuestos a afianzar sus respectivas relaciones.