El 7 de marzo del 2016, David Delfín estaba ingresado en el hospital. Luchaba contra la maldita enfermedad que le había sido detectada pero estaba feliz. Estaba enamorado. A su lado tenía al hombre que le quiso hasta el final. Y le sigue queriendo. Al que dio el sí quiero vestido de blanco, en la misma habitación en la que peleaba por su vida. Hoy, el precioso testimonio de aquel día ve la luz.
Pablo se ha encargado de mostrar a todos el precioso instante que tuvo la suerte de vivir: su boda. Oficiada por la directora y guionista Laura Caballero, y ellos vestidos de blanco, con las sábanas de la cama. Sáez con flores, David, aún con las vías en el brazo, lleva un globo con forma de corazón, grande y brillante, como si fuera suyo. Sujetos de la mano, los dos novios se miran con complicidad, y, aunque las circunstancias son las que son, no deja de ser uno de los días más felices de sus vidas.
Una “boda india”, escribe el fotógrafo, que tiene presente al “amor de su vida” cada instante que pasa. Le recuerda en todo, en cada rincón del hogar que compartían, en su trabajo, en sus amistades… David está con él. Su esencia no se desvanece y le sigue diciendo las mismas palabras de absoluta devoción que le dedicaba solo unos meses atrás.
David Delfín falleció el pasado mes de junio, y la vida de muchos se detuvieron para siempre.