Así fotografió la revista Lecturas a Ana Obregón hace 35 años: morena, en Nueva York y antes de hacerse famosa

Ana Obregón acaba de cumplir 70 años y la revista Lecturas ha estado en algunos de los momentos clave de su vida, como cuando viajó a Nueva York para estudiar interpretación

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Conchi Álvarez de Cienfuegos

Redactora Jefe digital de Lecturas

Ana Obregón
Archivo Lecturas

Era 1980 y, tras ahorrar algo de dinero, Ana Obregón (70 años) había decido cumplir su sueño: matricularse en la escuela de interpretación por la que habían pasado algunos de sus mayores ídolos. ¿Lo malo? Que la Lee Strasberg se encontraba (y se encuentra) en Nueva York. Debía dejar a su familia en España, y enfrentarse a la más absoluta soledad. Por suerte, allí se encontraba un conocido que acabó convirtiéndose en un amigo. Robert De Niro.

Esa fue la primera vez que la actriz se instaló en la llamada tierra de la libertad. 32 años más tarde, Ana García Obregón volvería a vivir en Estados Unidos, pero, esta vez, la motivación era muy diferente: iba a por su nieta, descendiente de su hijo fallecido.

Ana Obregón
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Lecturas, con la versión neoyorquina de Ana Obregón

Uno de los números más especiales de Lecturas en el año ’81 recorría, de la mano de Ana García Obregón, algunos de sus lugares favoritos de la ciudad de los rascacielos, donde se había instalado en un pequeño apartamento muy cerca de Central Park. Nos contaba que estaba feliz de poder asistir a clases con los mejores profesores de interpretación; pero que se sentía terriblemente sola. “No tengo amigos, aunque me llevo muy bien con mis compañeros de clase”.

A diferencia de entonces, ahora tiene la mejor compañía posible; la de su nieta. Ana Sandra, tal y como ella ha manifestado, ha venido para sacarla de la negritud en la que estaba sumida a raíz de la muerte de Aless. La bebé, que pronto cumplirá dos años de vida, la llena de alegría. Siente que está llena. “Ya no volveré a estar sola”, ha dicho. Para Ana, el sentimiento de soledad siempre ha sido uno de sus grandes miedos, tal y como dejaba entrever en sus entrevistas en los años ochenta.

Ana Obregón
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Ana Obregón: “Es muy duro”

“Trato de divertirme todo lo que puedo, porque es bastante duro vivir sola en Nueva York tanto tiempo”, le contaba Ana Obregón a Lecturas. La entonces aspirante a actriz iba a dedicar 9 meses de su vida a formarse en dicción, declamación, canto y danza. Cuando salía de clase, continuaba con su formación, pero la consumía de una manera más ligera, a través del cine y del teatro. Intentaba no perderse nada en una ciudad tan rica culturalmente como es Nueva York.

En los años 80, Ana se quejaba de la soledad. Un dolor que, a lo largo de su vida, se volverá recurrente pero que se convirtió especialmente doloroso cuando esa soledad vino motivada por la pérdida de su hijo. Cuando nació Aless, García Obregón se volcó en él y hasta cuando este estudió en Estados Unidos, ella se mudó para tenerle cerca. Solo pensar en estar separada le partía el alma. Por tanto, el dolor se volvió inmenso cuando él falleció en el año 2020. 

En 2025 la soledad que la consumía ha dejado paso a la luz y a la ilusión. El nacimiento de Anita le ha devuelto aquellas emociones que vivió al lado de su adorado Aless. Ya no es presa de sus recuerdos, sino que se esfuerza en construir nuevos para que la bebé disponga de los suyos propios. 

Ana Obregón
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Una vida anónima pero rodeada de estrellas

En 1981, aunque Ana empezaba a ser popular en nuestro país por su relación con Miguel Bosé, en Nueva York era una absoluta desconocida. Cuando los fotógrafos de Lecturas la acompañaron a la tienda donde solía hacer la compra, los trabajadores del negocio no daban a crédito a que esa chica que solía comprar pasta y tomate en lata fuese famosa.

Durante este periodo de Ana Obregón en Nueva York, ella entabló amistad con varios famosos, pero, sin duda, la relación más llamativa fue la que mantuvo con una de las mayores estrellas del celuloide, Robert De Niro. En 1981, la actriz nos decía que, al verse tan sola que había contactado con el de ‘Taxi Driver’, al que conoció en Madrid cuando este estaba de promoción de ‘Toro Salvaje’. Se intercambiaron los teléfonos en la fiesta de la película y ella guardó con mucho celo el de su ídolo. Al verse sin nadie al lado, decidió tirar de agenda y se vieron en alguna ocasión. “No hubo nada”, confesaría ella tiempo después. De hecho, en su biografía, lo tacharía de “su protector” durante este tiempo.

Ana Obregón
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Ana Obregón y el amor

En 1981 había dejado atrás su noviazgo con Miguel Bosé. Olvidarle le estaba costando mucho, pero el cambio de aires le vino bien. En Nueva York se ilusionó con un hombre. Pero no nos reveló su identidad. ¿Era alguien del que ya nos había hablado? Prefirió ser discreta… “Estoy hecha un lío porque conozco a mucha gente interesante aquí que me llena mucho. Me enamoro fácilmente y con la misma facilidad me desenamoro. Ahora, por desgracia, estoy enamorada. Y digo por desgracia porque él es un hombre americano que tiene un carácter tan difícil como el mío y eso nunca es para sentirse optimista”.

En 2025, Ana parece cerrada al amor. Tras haber conocido (y haber perdido al gran amor de su vida), su hijo, nadie podrá llenarla de ese modo nunca más. Con el nacimiento de Ana Sandra recuperó la ilusión, pero esta no le deja tiempo para pensar en nada más.