Roger Federer se despidió de las canchas de tenis en Londres, tras jugar junto a Rafa Nadal –su amigo y eterno rival en las pistas– su último partido en la Laver Cup. Federer y Nadal rompieron a llorar como niños cuando por megafonía se le rindió un hermoso y emotivo homenaje de despedida al suizo que ha hecho historia en el tenis mundial.
Junto a Roger, como en los últimos 20 años, estaba también su mujer, Mirka Vavrinec, la artífice del impresionante carrerón deportivo del tenista. Hasta que se conocieron –en 2000 durante los Juegos Olímpicos de Sudney–, Roger Federer era un rebelde melenudo, que rompía raquetas cuando un golpe le salía mal y que no terminaba de explotar todo su potencial tenístico. Su carácter irascible era la pesadilla de sus entrenadores y de sus padres, pero Mirka pulió ese carácter –empezó por cortarle el pelo– y convirtió a Roger Federer en el tenista más elegante dentro y fuera de las pistas de tenis.
Mirka tiene fama de mujer fría y distante, pero lo cierto es que su ambición logró encauzar al joven Federer. Nacida en Eslovaquia hace 44 años y nacionalizada suiza, Mirka fue jugadora de tenis profesional hasta que sus pies comenzaron a fallarle. Conoce perfectamente la dureza de este deporte, así que su apoyo ha sido fundamental en la carrera de Roger Federer.
Se casaron en abril de 2009 y poco después nacieron sus gemelas Myla y Charlene –una de ellas es el vivo retrato de su padre–, quienes formaron parte del 'team Federer' desde prácticamente su nacimiento. El matrimonio y las niñas viajaban con un ejército de niñeras para que estas estuvieran bien atendidas las 24 horas del día y de la noche. Cinco años después, ese 'team Federer' aumentó con la llegada de otra pareja de gemelos, esta vez dos varoncitos, Leo y Lenny, y también aumentó el ejército de niñeras, ya que no querían separarse de sus hijos durante la larga temporada tenística.
Mirka y Roger decidieron, incluso, que sus cuatro hijos no fueran al colegio convencional, sino que contrataron a una maestra para que viajara con ellos y se ocupara de su educación.
La mujer de Roger Federer no ha sido solo la esposa y la madre de sus cuatro hijos. Mirka ha sido su agente personal y la persona que ha manejado la carrera de su marido. Y no lo ha hecho nada mal, ya que se calcula que la fortuna de Roger Federer asciende a unos 1.000 millones de euros, de los que solo 103 corresponden a premios deportivos, el resto proviene de jugosos patrocinios de, entre otras firmas, Nike, Rolex, Lindt o Crédit Suisse. Según Forbes, Roger Federer es, ha sido, el tenista mejor pagado de toda la historia.
La decisión de retirarse del tenis ha sido triste para Roger y Mirka, pero por otro lado, ha sido un alivio para ambos. "Mirka ya no disfrutaba viéndome jugar", declaró Roger. También sus hijos reaccionaron a esta decisión. "Les dije a mis hijos que nada cambiaría mucho. Hemos visto en los últimos años cómo puede ser la vida sin tenis. Están tristes, pero siempre han expresado el deseo de que dejara de jugar al tenis para ir a esquiar por ejemplo. Se lo dije a los cuatro al mismo tiempo y tres lloraron", comentó el ya extenista.
En la despedida en el O2 de Londres, las lágrimas fueron inevitables. Roger sabía que ya no iba a volver a la competición y Rafa, su último compañero en la cancha, reconoció que estaba siendo un día muy triste para él. "Cuando Roger se va del circuito, una parte importante de mi vida se va también... Soy una persona bastante sensible. Llorar es bueno a veces. Necesitas soltar estas emociones. Se va una parte de mi vida por lo que es difícil", dijo Nadal, en un día que definió: "Emocionante, inolvidable, triste también…". Nadal, que está viviendo unos momentos difíciles en su vida personal, con su mujer a punto de dar a luz y con alguna complicación en su embarazo, no quiso perderse el adiós a su amigo y rival. "Era importante para mí estar hoy aquí", dijo Rafa.
A sus 41 años, Roger Federer se ha retirado con 103 títulos ATP. Los aficionados al tenis pierden a una de las tres grandes figuras que han marcado las últimas dos décadas del deporte de la raqueta, junto a Nadal y Djokovic. El vacío tenístico que deja el suizo se va a notar en el circuito y en la afición.