Karmele Marchante abre por primera vez las puertas de apartamento tipo dúplex a Lecturas. La periodista vive en el barrio madrileño de Vallecas después de haberse visto obligada a vender el hogar de 500 metros en el que vivía.
Sus muebles más queridos, una virgen que heredó de su abuela o las sábanas del siglo XVIII que le recuerdan de donde viene, se amontonan en los 40 m2 a los que se ha trasladado tras perder la mayor parte de su patrimonio. La periodista nos anuncia que vuelve a estar enamorada y, pese a sus problemas económicos, mira con esperanza el futuro.
“Me arruiné pero soy fuerte y saldré adelante. Siempre he tenido dinero para comer. En este país hay gente que no cubre sus necesidades básicas. Yo me he tenido que apretar mucho el cinturón porque acumulé muchas deudas por mis malas inversiones y mi exmarido [Diego Soto] colaboró a que las cosas fueran a peor. Vendí todo lo que pude y me dejaron. Tuve que vender una casa maravillosa de 500 metros con jardín en la calle Arturo Soria [una de las mejores zonas de Madrid]. Ahora vivo en este apartamento en el ensanche de Vallecas y he reagrupado todos los muebles que son im- prescindibles para mí. No se me caen los anillos por venir a vivir a esta casa”.