Así es Irene Matamoros, la hija menor con la que Kiko tiene "una espina clavada"

Irene, que actualmente tiene veinte años, es la debilidad de Diego y Laura Matamoros, y la espina clavada en el corazón de su padre

Hablar de Irene Matamoros es hablar de la mayor pena de su padre, Kiko Matamoros.El colaborador, que se enfrenta a una complicada situación después de que le hayan detectado varios tumores en la vejiga, ahora echa la vista atrás y siente que la menor de sus hijos con Marian Flores es su "espinita clavada".

El colaborador, tras sentarse en el Deluxe el pasado Sábado, ha visto cómo todos sus hijos se ponían en contacto con él para mandarle mensajes de apoyo y cariño. Esto le ha removido profundamente. Quizás, de todos ellos, el que más le afecta es el que proviene de la discreta Irene. De quien habla con un tremendo orgullo. "Tengo una espina clavada y una responsabilidad, sobre todo con mi hija Irene. Sé que es muy brillante, muy inteligente y estoy muy orgulloso de ella". El colaborador apenas podía contener las lágrimas, emocionado. "Me gustaría decírselo a la cara. Sé que el tiempo no se recupera, que hay cosas que no tienen solución pero sí se pueden encontrar posiciones de mejora".

"La última vez que vi a Irene fue porque coincidimos en un restaurante y le dije que si la podía llamar. Ella me dijo que no. Ella ha sido la víctima de unos cretinos que hemos sido su madre y yo. Yo no he estado a la altura de las circunstancias que ella se merecía", contó con pena. Pero su diagnóstico lo ha cambiado todo, Kiko contó que ya había dado el paso para reunirse con ella, "será en siete días, después de la intervención. Estoy deseando abrazar a mi hija y pedirle perdón".

La joven ha permanecido en el más absoluto anonimato hasta hace poco por dos razones: una, la joven era menor de edad y no se podía mostrar su rostro ni en televisión ni en los demás medios de comunicación, y dos, es la hija más discreta del polémico Kiko.

Centrada en sus estudios, sabemos de ella que es una joven que saca buenas notas y que continua formándose. Para ello, su hermana Laura le entregó el premio de GH VIP. 100.000 euros (de los que hay que descontar una parte sustanciosa que se queda Hacienda) fueron destinados a su educación, para que ella pudiera escoger libremente la universidad en la que desea matricularse. Su hermana Laura paga. Matrículas, libros y demás han corrido a cargo de la ganadora del reality de famosos de Guadalix de la Sierra, en un acto que la honró y que la audiencia, entregada a su historia, aplaudió.

Sus hermanos mayores se han encargado de protegerla. En las redes sociales, tanto de Laura como de Diego, casi no hay rastro de la joven, pues han tratado de respetar el deseo de Irene de mantenerse al margen de toda la popularidad que los ha rodeado. Por supuesto, su Instagram es privado, y solo tiene abierto Twitter, donde no suele colgar fotos suyas, sino más de su día a día. Gracias a esto, es anónima y ha podido ser una adolescente más que no se preocupa más que por ir a clase, estudiar y sacar buenas notas.

No han sido pocas ocasiones las que Laura o Diego han asegurado sentirse dolidos por la manera en la que su padre ha tratado a Irene, relegándola a un segundo plano. Y se compadecían por él por no haber podido disfrutar de lo alucinante que era la joven. Inteligente, amable y buena, así la han descrito en infinidad de momentos, pues ambos reconocen que si ha habido una persona que ha salido perdiendo en las tensiones con Kiko, esa ha sido Irene. La más discreta, siempre al margen, siempre protegida.