Mark Vanderloo (56 años) es de esos hombres que no necesitan presentación. Fue ucono de los años 90 e imagen de las mejores marcas del mundo, desde Armani hasta Valentino). El rostro y el cuerpo del modelo y actor ocasional neerlandés han copado revistas y han desfilado por las mejores pasarelas del mundo. Es todo un sex symbol con su casi metro noventa de altura y unos cautivadores ojos azules.
Su fama se acrecentó con su fugaz pero popular 'sí, quiero' con Esther Cañadas, en 1999. Sin olvidarse de que hizo subir la temperatura con el anuncio del Peugeot 106 que protagonizó cinco años antes. O el día que se convirtió en imagen para la fragancia Obsession de Calvin Klein en 1994.
Hace ya mucho tiempo que quiso alejarse de todo aquello para vivir una tranquila vida junto a su mujer desde 2011, Robine Van der Meer, y sus dos hijos, Emma (20) y Mark Jr. (19), entre Ámsterdam e Ibiza. Montó una empresa y se dedica a la compra y venta de inmuebles. De vez en cuando también realiza alguna que otra campaña como embajador de alguna marca y ha hecho otra excepción al concursar ‘Bake off: famosos al horno' (La 1), junto a Isabel Gemio, Víctor Sandoval, Cósima Ramírez y Pol Espargaró, entre otros.
El legado Vanderloo está alargando su estela gracias al pequeño del clan. El joven, nacido en 2004, creció en Ibiza. Con apenas seis años ya posó junto a su padre para una revista en Nueva York. Cuatro años más tarde trabajaron juntos en una producción en París. Su carrera desde entonces ha ido en ascenso.
Desde los 14 años forma parte de la agencia Sight Management Studio, la misma a la que perteneció Vanderloo y en la que también está el español Andrés Velencoso. Cuenta con una sede en Barcelona y es una de las más prestigiosas del mundo.
Su debut oficial llegó de la mano de Massimo Dutti, empresa para la que realizó una campaña realizada por Hunter & Gatti y acompañado, otra vez, por su progenitor. "Siempre es un placer. Me gusta estar con mi padre y yo también me tomo algo después de los trabajos como él. Pero, por supuesto, cuidamos el uno del otro y eso nos hace estar más unidos", contaba en una entrevista para ‘¡Hola!’. En la citada conversación aseguró que, a excepción de cuando a su padre le piden autógrafos por la calle, ha tenido una infancia de lo más normal.
Los que sí se sorprendían cuando conocían a su padre eran los amigos que hacía: "Cuando estaba en el colegio, era un poco como “Guau”. Nos buscaban y era algo loco. Pero yo reaccionaba con normalidad, porque, para mí, es mi padre".
El joven también se ha puesto en manos de Mango y desfilado para Pedro del Hierro en la Semana de la Moda de Madrid. Todo apunta a que llegará lejos. Con unos profundos ojos azules y mirada tranquila que seduce a la cámara, Mark Vanderloo Jr. ha entrado con paso firme en la industria de la moda. Está claro que no solo ha heredado los genes de su famoso padre, sino también su saber hacer delante de las cámaras.
El especial vínculo de Mark Jr con España
A su corta edad tiene muy claro que aún así quiere marcar su propio camino. No quiere ser conocido como 'hijo de'. Sigue viviendo con ellos en Ámsterdam, ciudad a la que se mudaron en 2016 tras dejar la isla de Ibiza, que para ellos siempre será como su segundo hogar.
"Me gusta mucho, pero al final, es muy restrictiva en invierno, porque es una isla y no es tan fácil viajar desde allí", contaba el propio Mark Vanderloo. También guardan un trocito de su corazón para Andorra, donde acuden regularmente a su casa en la montaña.
Las otras pasiones de Mark Vanderloo Jr.
La familia al completo disfruta en ese lugar idílico de una pasión que comparten, el esquí: "Como me gusta mucho esquiar, me mudé a Andorra, que es un lugar que me encanta. Al ser holandeses, tenemos también casa en Ámsterdam y es más fácil viajar desde Andorra, ya que puedo conducir hasta el aeropuerto desde Barcelona y volar en cualquier momento. Eso no ocurre en Ibiza, que luego hay muy pocos vuelos en invierno. Pero en verano puedo ir a la isla". El kickboxing es la otra obsesión del clan. Todos lo practican asiduamente.
Mark se une así a la lista de hijos de famosos que han probado suerte en el mundo de la moda, como la ya supermodelo Kaia Gerber, hija de Cindy Crawford; los hijos de Jude Law, Iris y Rafferty Law o Leni Klum, la primogénita de Heidi Klum.
Emma, una amante de la interpretación
La otra hija del matrimonio también ha posado en algún evento con su padre. Quiere hacerse un hueco en la industria de la moda. Belleza no le falta. "¡Me encantaría seguir en el modelaje! Aunque estoy empezando, he disfrutado muchísimo cada proyecto en el que he tenido el honor de participar. Las personas creativas y extrovertidas en esta industria me hacen sentir como en casa, quizá porque crecí rodeada de este mundo", dijo en una entrevista con motivo de su participación a finales del pasado año en la Gran Canaria Swim Week.
"Aun así, solo puedo soñar con seguir los pasos de mi padre; sus huellas son grandes y no creo que haya otro modelo como él, ¡pero qué demonios, al menos lo intentaré con todas mis fuerzas!", añadía. Es una fan de Alexander McQueen por su maestría a la hora de combinar el arte con una técnica excepcional.
Lo cierto es que está más volcada en el mundo de la interpretación. El pasado año consiguió que la aceptasen en un programa de actuación a tiempo parcial en Ámsterdam. "Actuar es algo que siempre me ha encantado, pero nunca me había entregado verdaderamente a esta pasión hasta ahora, ¡y nunca me he sentido tan bien! Perseguir lo que te gusta es una de las cosas más importantes en la vida y estoy agradecida de poder hacerlo", contaba.
Lleva bastante bien la fama de sus padres. Procura no dejarse llevar por las expectativas de los demás para que no le afecte: "Creo que eso influiría en mi capacidad para ser auténtica y libre. No soy mi padre ni tampoco mi hermano. Dentro de mi familia, intentamos aprender mucho los unos de los otros debido a las largas carreras de mis padres, pero no dejamos que eso determine nuestro propio camino, porque al final del día todos somos personas diferentes con nuestros propios talentos".