El viernes nos enterábamos de la triste noticia que ha golpeado al humorista Arévalo, quien ha perdido a su mujer, Elena, después de que esta llevara cinco años luchando contra el cáncer.
El que un día se hiciera famoso por sus apariciones en el ‘Un, dos, tres’ no se encontraba en Madrid, donde vivía con su mujer y su hija Nuria, en el momento del fallecimiento. Estaba de gira, en Ciudad Real, donde había llegado para representar su obra ‘Por humor al arte’ con su amigo y compañero de escena Bertín Osborne. En cuanto Arévalo se enteró de la noticia, puso rumbo a la capital para despedirse de su amada.
El cómico le dio el último adiós a su esposa en una íntima ceremonia en la que Elena fue enterrada. Juntos tuvieron que hacer frente a la pérdida de dos hijos, y ahora él, en solitario, afronta la vida sin su mitad.
El actor ha tenido unas palabras para ABC donde la ha recordado con mucho dolor. “Elena y yo nos conocimos cuando éramos unos críos. Yo tenía 17 años y nos casamos al año siguiente. Llevábamos 50 años juntos y muy felices. Calcula lo que supone su fallecimiento para mí”. Sus palabras dejan entrever el amargo trago que está pasando. Y es que, aunque Elena llevaba 5 años enferma, nada podía hacer presagiar que el desenlace fuera tan inminente. Su pareja durante toda una vida, sufrió un empeoramiento el jueves, que acabó con su muerte el viernes, obligando al humorista a regresar de manera apresurada a su hogar. “Hasta el final ella nos daba ánimos a todos. Lo peor fueron los últimos momentos cuando ya no hablaba. Pero yo siempre la animaba con mis bromas. Estábamos muy unidos y muy enamorados”.
Le queda el consuelo de sus hijos, entre los que se encuentra Nuria, quien fue diagnosticada hace años de una enfermedad rara y él siempre se ha volcado para hacer visibles a estos enfermos y recordar que hay muchas personas que, aunque requieran algunas ayudas, tienen otras capacidades diferentes que los hacen seres únicos y especiales.