Arantxa Sánchez Vicario, número uno en el tenis, ganadora de cuatro 'Grand Slams' y cuatro medallas olímpicas (dos de plata y dos de bronce), se está enfrentando a su partido más duro y lo lleva haciendo desde los últimos dos años: el divorcio con Josep Santacana, el que fuera su marido durante una década. En la batalla legal en la que están inmersos también se encuentran sus hijos, el pequeño Leo de 7 años y Arantxa de 10.
Ahora los problemas vuelven a aparecer y una juez de Miami ha decidido darle un segundo toque de atención: Arantxa no ha presentado toda la documentación que le ha exigido el tribunal, ni un certificado que afirme que está al corriente de todos sus pagos. ¡Le ha dado un plazo de 15 días!
Todo comenzó en el momento que decidieron divorciarse. La ex tenista ha querido es que se llevara a cabo en Estados Unidos para evitar, así, que su ya ex esposo eludiera las responsabilidades que tenía pendientes con el Banco de Luxemburgo, ya que fue capaz de acusarle de haber tenido el control total de su patrimonio, según ha informado La Vanguardia.
Pero sin embargo, todo se ha puesto en su contra: la jueza que lleva el caso ha sido de lo más contundente: el divorcio está resuelto en España y en el momento en que la Audiencia Provincial de Barcelona lo convierta en firme, la reconocerá en todos sus defectos.
Lo que ella ha querido desde un primer momento es que su ex pareja y padre de sus dos hijos se haga cargo de todos los pagos, es decir, los honorarios de los abogados, alegando que se encuentra en una situación económica algo desfavorable, mientras que Santacana lo ha desmentido rotundamente y ha confesado que los ingresos de Vicario son muy superiores a los suyos.
Todo esto será verificado y se cotejará con exactitud los ingresos de ambas partes. Mientras tanto los hijos se han repartido las vacaciones de verano: una semana con uno y otra semana con el otro.
Esperemos que todo se solucione lo antes posible.