Arantxa de Benito y su hija Zaira, rotas en el funeral de Diana Quer

La menor mantenía una estrechísima relación de amistad con Diana, así como con su hermana Valeria

Arantxa de Benito y su hija Zaira, rotas en el funeral de Diana Quer

Arantxa de Benito y Zaira Gutiérrez llegaban a la parroquia de Santa María de Caná, en Pozuelo de Alarcón, en Madrid, compungidas, afligidas por la enorme pena que supone haber perdido, de una manera tan terrible y cruel, a alguien con tanta vida. Y es que Diana Quer marcó las vidas de muchas personas, no solo la de su familia, y Zaira fue una de sus amigas más queridas.

Arantxa y su hija se volcaron con la familia Quer desde el minuto uno. Hicieron todo lo posible para colaborar con la búsqueda de la joven, que una noche salió con amigas y jamás volvió con los suyos. Aquella noche de agosto del 2016, no soló se truncó su vida, también lo hicieron las de quienes la conocían. Con la detención de El Chicle y el esclarecimiento de dónde se encontraba el cuerpo de Diana, llegó la paz más devastadora. Ella había aparecido, pero las esperanzas familiares de volverla a ver con vida se esfumaron. Ayer, esta la localidad madrileña quiso rendir un último homenaje a la memoria de la joven en un funeral abierto al que acudieron no solo amigos de la familia, sino, también, personas que han vivido una angustia similar a la de los Quer, la peor de todas: la de no saber dónde está tu hijo y perderlo de manera trágica. Así, hasta Santa María de Caná llegaron el padre de Marta del Castillo, el de Mari Luz o Ruth, cuyos hijos fueron asesinados a manos de José Bretón, su expareja.

Arantxa ha manifestado alguna vez en el programa en el que colabora, ‘Espejo Público’, que contarle a su hija lo que le había pasado a su amiga había sido “muy duro, muy triste” y que esto dejó a la adolescente en shock.. Zaira llegó a ser interrogada por la policía en el momento de su desaparición y, en sus redes, han sido constantes los recuerdos para su amiga, con la que tenía una estrechísima relación así como con su hermana Valeria.

Tanto la colaboradora como su hija han estado presentes en la capilla ardiente de Diana, así como en su misa homenaje. Un duro golpe para una menor que siempre confió en volver a ver a su querida amiga.