Lo suyo fue un escándalo absoluto. Antonio Tejado se encontró, de repente, en medio de una polémica con tintes turbios y algo oscuros. Noches de fiestas, desmadres, salas de variedades y testimonios que ofrecían un comportamiento del excolaborador muy diferente al que nos tenía acostumbrados. Tal fue la presión que acabó abandonando Sálvame para no volver. O casi. Más sereno, aunque sin olvidar nada, Tejado ha pisado el que fue su plató para contar cómo le ha ido la vida durante estas semanas fuera del medio...
Fueron tantas las polémicas que resulta complicado resumirlo. Antonio Tejado vio como, sin esperarlo, la dirección de Sálvame le comunicaba que llevaban semanas recibiendo informaciones sobre él por diferentes vías. Un hecho algo habitual en el programa que acabó cobrándose la colaboración del ex de Rosario Mohedano. Entre medias, fines de semana de fiesta, juergas, al parecer, desenfrenadas, testimonios que apuntaban a relaciones íntimas con hombres y un Antonio Tejado fuera de sí, cargando contra todo y contra todos. No podía terminar bien.
El colaborador, tras vivir las peores tardes de su vida, decidió dejar el programa. Aquello le había superado y no se había encontrado arropado por nadie. Un punto y aparte que, como también se esperaba, ha terminado rompiendo. Tejado regresaba al que fue su programa para contar cómo ha sobrellevado el trago y a qué dedica ahora su vida. Lo hacía más sereno pero sin olvidar nada de lo que pasó. “No tengo amigos en Sálvame”, afirmaba con rotundidad. Lejos quedan los tiempos en los que era uña y carne con Kiko Hernández.
“Fui muy poco inteligente”, explica ahora. “Dejé que me afectase. Si esto me coge fuerte, me río un montón”. Tejado reconoce que tuvo parte de la culpa al no saber reaccionar bien. “Me parece absurdo que lo haya tenido que pasar tan mal por una chorrada así”. Al menos, su relación con su pareja salió reforzada del drama. No así su entendimiento con la familia de ella. “Hay gente que me tiene ganas, supongo que sí”. Un mal trago del que Antonio ha aprendido.