El sitio escogido para brindar el último adiós a Susana Prat ha sido la Iglesia de San Bartolomé y Santa Tecla, situada en Sitges. Ahí, frente a la puerta del templo, los asistentes se daban abrazos y se arropaban en tan complicado momento. Entre ellos, destacaba uno especialmente deshecho, Antonio Orozco, que fue pareja de Prat, junto a la que tuvo su único hijo, Jan.
Antonio buscaba el consuelo de amigos íntimos y familiares en este durísimo momento. Estaba roto de dolor por la pérdida, especialmente por lo que esta supone para la persona que más quiere, su hijo, Jan de solo 10.
El sepelio tuvo lugar el viernes, y hasta la localidad costera catalana se desplazaron todos aquellos que tuvieron la suerte de conocer a Susana. La madre de Jan tenía 44 años y llevaba tiempo enferma, luchado por sobrevivir, por salir adelante, por ver crecer a lo que más quería. Ella y Antonio formaron una familia en la que el amor era lo más importante, aunque los dos se separaron y no eran pareja sentimental estaban unidos por lo más importante: el pequeño Jan.
El jueves, nada más conocerse la noticia, que la hizo pública a través de las redes Mariola Orellana, amiga íntima de Susana, Antonio tomó una importante decisión: cancelar parte de su gira. Orozco debía viajar a las islas Canarias para llevar su último espectáculo, Destino. Pues bien, dado los trágicos acontecimientos, el catalán se vio obligado a aplazarla para más adelante, ahora lo más importante era estar al lado de su pequeño y recuperarse de este amargo trago que la vida le ha deparado. Sus fans, cómo no, lo han entendido a la perfección, y le han hecho llegar todo su cariño y fuerza en estos momentos.