En una piscina y sosteniendo a su hijo en brazos. Antonio Orozco ha subido a redes la que es su foto más tierna. El artista catalán compartía con sus seguidores un instante de cuando estaba enseñando a nadar a su pequeño.
Jan, que tiene 11 años, es la auténtica debilidad del ‘coach’. Antonio y el niño mantienen una estrechísima relación. Procuran hablar todos los días y, algo que desveló en una entrevista, lo hacen aunque el padre esté en la otra punta del mundo. Ahí buscará un teléfono o una conexión a Internet y le preguntará cómo le han ido las clases. Se muere por saber todo de Jan.
El infante, que ya no solo nada sino que se tira de la roca más alta como si esta fuera un trampolín, es un verdadero ángel para su padre. Las últimas vacaciones de verano pasó algunos días con su padre y para la madre del niño estuviese tranquila durante esta ausencia, Antonio se encargaba de contarle todo a la progenitora a través de las redes, “pensando en mamá” o “me voy de fiesta, mamá” se leía.
Lo mismo que el padre está orgulloso de su hijo, él también lo está de su padre. Sobre todo le gusta cuando trabaja en la versión infantil de ‘La Voz’, cuando ve a su padre rendirse al talento de niños y niñas de su edad. De hecho, hasta le avisa cuando empieza.
Orozco ha dicho que este rubio es “el eje de su mundo” y a él vive entregado. De hecho, no teme lesionarse cuando de lo que se trate es que su niño esté bien. Lo comprobamos hace escasas semanas, cuando el catalán contó que llevando a su hijo en brazos al médico sufrió un esguince de tobillo. De nuevo volvía a tener una pierna lesionada. Tenía que ser vendado y andar con muletas. Aún así, a pesar de dolor y del incordio le mereció la pena. Lo dicho, lo que fuera por el niño de sus ojos. Él siempre será su salvavidas.