Antonio Banderas: el mensaje de su hija que casi le hace llorar

La adolescente le envió, a través del programa ‘El árbol de tu vida’, unas emotivas palabras al actor

Después de que su padre le dedicara su Goya honorífico hace dos años, Stella del Carmen Banderas no había contestado de manera pública a Antonio, pero ayer quiso tener con él ese detalle a través del programa ‘El árbol de tu vida’, el nuevo espacio de Toñi Moreno en el que se habló de las raíces del malagueño.

En perfecto español, con muy poquito acento (no como el que nos tenía acostumbrados su madre, Melanie, que le ponía mucho interés pero del “Anchonio” no pasaba), la joven universitaria ha grabado un vídeo para el veterano actor. “Hola papá, te quiero y espero verte muy pronto", decía mirando a cámara y mandándole todo su cariño. El mensaje no podía ser más breve, pero al novio de Nicole Kimpel le bastó para que el corazón se le encogiera y las lágrimas casi aparecieran rodando por su cara morena.

Antonio, tal y como él mismo confesó en su discurso en los Goya, se siente profundamente culpable de haberse perdido “los mejores planos de la vida de su hija”, y lamentó haberse ausentado tanto durante su infancia y adolescencia por su trabajo, “ella ha sido quien quizás haya sufrido más mi pasión por el cine”. Aún así, entonces destacó que ella había sido “su mejor producción”, continuando con los símiles entre su vida y el mundo cinematográfico.

En el nuevo programa de Toñi Moreno también hubo tiempo para hablar del amor romántico, en pasado, presente y futuro. De lo vivido recordó con gran nostalgia a su primera novia, Celia Trujillo. La también actriz colaboró en la grabación del programa y aportó las cartas tan románticas que se enviaban. Unas semanas después de participar en ‘El árbol de tu vida’, la intérprete falleció, algo que dejó profundamente herido a Banderas.

Con la vista puesta en el presente, y más importante aún, en el futuro, Banderas habló de Nicole la mujer que le tiene “enamorado hasta las trancas”. “Me aporta mucha tranquilidad. Es una persona distinta a las que había compartido mi vida hasta ahora. Es ajena a la profesión, lo que es un plus, no hay competición, no estamos hablando de trabajo, no quiere el foco sobre ella. Ella es muy calmada, yo soy de prontos. Hay mañanas que me levanto ‘rebotao’ y ella me aguanta, me observa como si estuviera en un teatro. Ella espera. Simplemente”. Que no es poco.