Antonio Banderas cumple 60 años y confirma que está enfermo de coronavirus

"Me gustaría añadir que me encuentro relativamente bien, solo un poco más cansado de lo habitual y confiado en recuperarme lo antes posible siguiendo las indicaciones médicas que espero me permitan superar el proceso infeccioso que sufro y que a tantas personas está afectando alrededor del planeta", ha dicho en su comunicado. "Aprovecharé este aislamiento para leer, escribir, descansar y seguir haciendo planes para comenzar a darle significado a mis recién estrenados 60 años a los cuales llego cargado de ganas y de ilusión".

La vocación del malagueño ha sido siempre el teatro. Su primer trabajo fue con la obra 'La Historia de los Tarantos'. Más tarde, consiguió un papel en 'La hija del aire' y, sorprendentemente, en aquel escenario le descubrió Pedro Almodóvar. Acto seguido el director le propuso actuar en 'Laberinto de pasiones', el trabajo con el que su carrera despegaría de forma imparable.

Tras convertirse en un chico Almodóvar en toda regla y rodar 'Mujeres al borde de un ataque de nervios' y 'Átame', ¡se marchó a Hollywood! Allí, le empezaron a llover los premios y se convirtió en el 'latin lover' por excelencia. Tanto, que incluso la propia Madonna se 'encaprichó' con él y empezó a considerarle como "el hombre más sexy del mundo". Desde ese momento, comenzaron los rumores sobre un posible 'affaire' entre ellos a pesar de que Banderas estaba casado con la también actriz Ana Leza.

Desde que aterrizó en Hollywood en 1991, el actor no paró ni un segundo a pesar de que no sabía inglés. Acompañado por Ana, Antonio rodó 'Los reyes del mambo', una película en la que dejó al descubierto sus dotes como cantante. Pero, sin dudarlo, uno de los hecho más importantes fue su aparición en los Premios Oscar junto a Sharon Stone. El de Málaga se convertía así en el primer actor español encargado de entregar un Oscar.

Grabando 'Two much', de Fernando Trueba, se enamoró locamente de Melanie Griffith. Desde el momento en el que se conocieron, comenzaron una bonita historia de amor que acabaría en boda el 14 de mayo de 1996 en el registro civil de Marylebone, en Londres. Antonio solo tenía buenas palabras para su mujer y así se refirió a ella: "Me gustaron su sonrisa y sus interminables piernas. Luego me enamoró su comprensión". Han estado juntos en las duras y en las maduras, sobre todo cuando Melani ingresó por tercera vez en una clínica de rehabilitación para intentar superar su adicción al alcohol. Desgraciadamente, en junio del 2014 anunciaron su separación.

El 24 de septiembre de 1996, el mismo año en el que se casaron, Antonio y Melanie dieron la bienvenida a su primera y única hija en común, Stella. A pesar del gran reconocimiento de sus padres, la joven se ha mostrado siempre muy tímida y con una vida casi totalmente alejada de los medios.

Durante el 2017, Antonio tuvo que hacer frente a un infarto que le llevó a pasar por el quirófano y que fue causado por el estrés y su adicción al trabajo, tal y como él mismo reveló: "Dejé de fumar y creo que es lo mejor que he hecho en mi vida. Eso sí, no quiero bajar el ritmo porque quiero morirme haciendo las cosas que me gustan. Pero sí que es verdad que al encontrarte con la muerte, valoras mucho más las cosas que tienes", confesó muy recuperado en 'El Hormiguero' de Pablo Motos.

En sus 40 años de carrera profesional, Antonio ha estado nominado a los Globos de Oros y al Oscar... Por fin, en febrero del 2015, y después de haber estado nominado hasta en cinco ocasiones se le concedió el Goya Honorífico. En 2020, ganó otro 'cabezón' por su papel protagonista en 'Dolor y gloria'.

Antonio ha sido hijo de una profesora de instituto, Ana Bandera Gallego, y de un policía, José Domínguez Prieto. El andaluz siempre ha estado muy unidos a sus padres e incluso desde pequeño quería dedicarse al oficio de su madre y estudiar Magisterio. En cada ocasión que se le presenta, comparte momentos únicos con sus progenitores, como por ejemplo este especial Domingo de Ramos: "He ido de aquí para allá durante gran parte de mi vida. He cruzado océanos, subido montañas, he comido en cientos de mesas y dormido en multitud de camas, estrechado manos diversas y he hablado lenguas diferentes. Pero nunca he olvidado ni por un segundo el olor dulce, limpio y fresco de los Domingos de Ramos malagueños", escribía junto a una imagen junto a José y Ana de lo más sonrientes.