Era 1981 y, tras ahorrar algo de dinero, Ana Obregón (68 años) había decido cumplir su sueño: matricularse en la escuela de interpretación por la que habían pasado algunos de sus mayores ídolos. ¿Lo malo? Que la Lee Strasberg se encontraba (y se encuentra) en Nueva York. Debía dejar a su familia en España, y enfrentarse a la más absoluta soledad. Por suerte, allí se encontraba un conocido que acabó convirtiéndose en un amigo. Robert De Niro.
Esa fue la primera vez que la actriz se instaló en la llamada tierra de la libertad. 32 años más tarde, Ana García Obregón volvería a vivir en Estados Unidos, pero, esta vez, la motivación era muy diferente: iba a por su nieta, descendiente de su hijo fallecido.
Lecturas, con la versión neoyorquina de Ana Obregón
Uno de los números más especiales de Lecturas en el año ’81 recorría, de la mano de Ana García Obregón, algunos de sus lugares favoritos de la ciudad de los rascacielos, donde se había instalado en un pequeño apartamento muy cerca de Central Park. Nos contaba que estaba feliz de poder asistir a clases con los mejores profesores de interpretación; pero que se sentía terriblemente sola. “No tengo amigos, aunque me llevo muy bien con mis compañeros de clase”.
A diferencia de entonces, ahora tiene la mejor compañía posible; la de su nieta. Ana Sandra, tal y como ella ha manifestado, ha venido para sacarla de la negritud en la que estaba sumida a raíz de la muerte de Aless. La bebé, que pronto cumplirá dos meses de vida, la llena de alegría. Siente que está llena. “Ya no volveré a estar sola”, ha dicho. Para Ana, el sentimiento de soledad siempre ha sido uno de sus grandes miedos, tal y como dejaba entrever en sus entrevistas en los años ochenta.
Ana Obregón: “Es muy duro”
“Trato de divertirme todo lo que puedo, porque es bastante duro vivir sola en Nueva York tanto tiempo”, le contaba Ana Obregón a Lecturas. La entonces aspirante a actriz iba a dedicar 9 meses de su vida a formarse en dicción, declamación, canto y danza. Cuando salía de clase, continuaba con su formación pero la consumía de una manera más ligera, a través del cine y del teatro. Intentaba no perderse nada en una ciudad tan rica culturalmente como es Nueva York.
En 2023, mientras está en Miami, apenas sale del piso que ha alquilado, al igual que hizo en 1981. Pero, a diferencia de entonces, esta vez es una preciosa vivienda, amplia y con mucha luz, para que los primeros días de su nieta estén llenos de alegría. Ana Obregón asegura pasar sus días entre biberones y pañales, y solo abandona la vivienda para dar un pequeño paseo junto a la bebé y a su cuidadora.
Ana Obregón y Robert De Niro
Ha querido la casualidad que las vidas de Ana Obregón y Robert De Niro vuelvan a coincidir. En 1981, la actriz nos decía que, al verse tan sola en NY había contactado con el de ‘Taxi Driver’, al que conoció en Madrid cuando este estaba de promoción de ‘Toro Salvaje’. Se intercambiaron los teléfonos en la fiesta de la película y ella guardó con mucho celo el de su ídolo. Al verse sin nadie al lado, decidió tirar de agenda y se vieron en alguna ocasión. “No hubo nada”, confesaría ella tiempo después. De hecho, en su biografía, lo tacharía de “su protector” durante este tiempo.
Volvemos a 2023 y a una Ana Obregón con 68 convirtiéndose en abuela vía gestación subrogada y madre ante la ley. Apenas unas semanas más tarde, Robert De Niro anunciaba que, a los 76 años, acaba de ser padre de su séptimo hijo. Apenas han existido críticas, algo que ha enfurecido a la intérprete. “Desgraciadamente, el machismo existe”, ha publicado en sus redes sociales, donde compartía una reflexión de otra usuaria en la que decía: “No veo que la paternidad de Robert De Niro sea noticia. Parece que su edad no importa, pero la de Ana Obregón sí. ¡Hipócritas!”.
La vida anónima de Ana Obregón en Nueva York
En 1981, aunque Ana era conocidísima en nuestro país por su relación con Miguel Bosé, en Nueva York era una absoluta desconocida. Cuando los fotógrafos de Lecturas la acompañaron a la tienda donde solía hacer la compra, los trabajadores del negocio no daban a crédito a que esa chica que solía comprar pasta y tomate en lata fuese famosa.
En 2023, la nube de prensa que levanta cada vez que pone un pie en la calle es continua. En Miami tiene prensa haciendo guardia las 24 horas en su casa para captar fotos de su día a día. Hace años que eso de pasar inadvertida es imposible para esta mujer, que pensó que nadie se enteraría de que iba a ser abuela y que trató de manter en absoluto secreto. Algo que, dado que es una de las mujeres más famosas del país, fue imposible.
Ana Obregón y el amor
En 1981 había dejado atrás su noviazgo con Miguel Bosé. Olvidarle le estaba costando mucho, pero el cambio de aires le vino bien. En Nueva York se ilusionó con un hombre. Pero no nos reveló su identidad. ¿Era alguien del que ya nos había hablado? Prefirió ser discreta… “Estoy hecha un lío porque conozco a mucha gente interesante aquí que me llena mucho. Me enamoro fácilmente y con la misma facilidad me desenamoro. Ahora, por desgracia, estoy enamorada. Y digo por desgracia porque él es un hombre americano que tiene un carácter tan difícil como el mío y eso nunca es para sentirse optimista”.
En 2023, Ana parece cerrada al amor. Tras haber conocido (y haber perdido al gran amor de su vida), su hijo, nadie podrá llenarla de ese modo nunca más. Con el nacimiento de Ana Sandra recupera la ilusión, pero esta no le deja tiempo para pensar en nada más.