Anita Matamoros sorprendía hace unos días revelando que su repentina ausencia en las redes sociales tenía una explicación de peso: "Ayer me tuvieron que operar de urgencia porque me di un golpe. Desde hace muchos años llevo un diente falso. Me tenían que poner un implante pero antes me tenían que rellenar con hueso pero me cancelaron la cita con todo esto del coronavirus", explicaba.

Afortunadamente todo salió a las mil maravillas y la hija de Kiko Matamoros ya está en casa donde seguirá con la recuperación pertinente. Sin embargo, esta cirugía le ha dejado una secuela temporal que la joven ha compartido con todos sus seguidores: "Sigo sin poder sonreír".