Era una de las cosas que más deseaba, acompañar a su madre en uno de sus viajes solidarios. Angelina Jolie hizo realidad el sueño de su hija de 9 años, Shiloh, que le reclamaba conocer la realidad que esta le contaba y reunirse con esa familia a la que solía referirse la actriz.
La gran fecha llegó en junio, con motivo del Día Internacional del Refugiado, cuando Angie y su hija partieron hacia el Líbano para volverse a encontrar con Hala, una niña que la intérprete y directora conoció el año pasado. Deseaba ver cómo había cambiado su vida y cómo se encontraban ella y su familia. Hala llegó al Líbano junto a los suyos cuando tuvo que huir de Siria tras los bombardeos que destruyeron su casa y acabaron con la vida de su madre. Bajo la tutela de su hermano mayor, de 17 años, Hala ha proseguido su vida estos meses en los que no vio a Jolie.
El reencuentro de ambas no pudo ser más emotivo. La niña, literalmente, se lanzó a los brazos de Angelina, mientras Shiloh miraba la escena con una gran sonrisa. “¿Cómo te ha ido? ¿Has estado pintando?”, le pregunta la mujer de Brad Pitt a la pequeña, que no la suelta y la arrastra al interior de su tienda para que vea por sí misma las novedades. Dentro la espera su hermano mayor y la mujer de este. Acaban de ser padres a los 17 años y temen por su futuro. El chico tiene miedo por cómo estará su situación y la de toda su familia de aquí a unos años. Sabe que sin trabajo ni educación, cada vez lo tienen más complicado. Son refugiados de guerra como los otros 60 millones de personas de todo el mundo que actualmente han tenido que huir de sus hogares en busca de un futuro más prometedor y que viven de espaldas a una sociedad que los trata como si fueran invisibles. Por eso es tan importante que exista una conciencia global que les otorgue protagonismo, se haga justicia, y puedan, al fin, obtener una vida digna.
Angelina lleva luchando desde 2001 para otorgarles el lugar que merecen estos millones de personas a los que se les ha arrebatado todo y sienten una profunda sensación de abandono. Su hija parece que continuará su estela, ya que ha vuelto a casa concienciada, triste por decir adiós a la gente que conoció con su madre, aún con muchas preguntas sin contestar, pero feliz y deseosa de volver a encontrarse con Hala en su siguiente visita.