Georgina Rodríguez (29 años) tiene un super poder del que solo unos pocos pueden presumir, y es el de ser noticia siempre. Este martes 3 de octubre, y también el día 4 del mismo mes, tendrá lugar en los juzgados de Pozuelo de Alarcón el juicio en el que Georgina pretende blindar su pasado. La aparición de testimonios de su vida antes saltar a la fama, así como de su propia hermana, hacían que la modelo decidiese acudir a la justicia y tratar de frenarlo todo. Un extremo curioso, sí, tras protagonizar su propio reality, pero como dueña de su vida, Rodríguez quiere frenar que su pasado salga a la luz. O al menos, que se pueda hablar y difamar al respecto.
Esta reclamación del derecho a la intimidad llega cuando Georgina Rodríguez es una de las famosas más seguidas y perseguidas del mundo. Estrella internacional, prescriptora, modelo, influencer, todo lo que toca se convierte en oro. Su emporio es cada vez mayor y queda claro que no necesita de la figura de Cristiano Ronaldo para engrosas sus ya abultadas cuentas. Desde Lecturas.com analizamos el patrimonio de la de Jaca y cómo se ha convertido en una de las celebrities con más cabeza de los últimos tiempos. Georgina ha sabido sacar provecho de su posición y ha trabajado para hacer su imagen aún más grande, lo que ha hecho que no dependa económicamente de Cristiano, ni de nadie, pues solo con las campañas de las que es imagen, podría vivir y mantener a sus hijos con toda tranquilidad. Pero es que además ha pensado en el futuro y ha hecho algunas inversiones en él.
El patrimonio de Georgina Rodríguez
En el Registro Mercantil, a su nombre, solo consta ‘Insparaya Hair Medical Clinic SL’, la clínica de injertos capilares que montó con Cristiano en 2018 y que solo dos años después, el último año fiscal que puede consultarse, estaba facturando más de 10,5 millones de euros, sin duda una cifra que si deja entender algo, es que el negocio va mejor que bien. Georgina es administradora única de la sociedad, de la que el futbolista posee el 50% de las acciones a través de su sociedad ‘CR7 SA’, que es la matriz de su emporio.
Además, Georgina es dueña de varias propiedades, una casa en La Finca a medias con Cristiano que no es en la que residen si no otra que adquirieron posteriormente como inversión. Y dos terrenos, uno edificado y otro sin edificar en un pequeño pueblo de las afueras de Girona, en octubre de 2019 hizo la primera compra, la de una casa de 98 metros cuadrados en un estado bastante deteriorado, necesitada de una reforma, pero con una gran parcela de 372 metros cuadrados y en una urbanización bastante apartada y rodeada de naturaleza, donde lejos del lujo, el resto de las casas que la rodean pertenecen a personas de clase media trabajadora. Poco después en febrero de 2020 compró otra parcela que está en la calle de detrás de la primera, en este caso sin identificar, un terreno virgen con permiso para construir en él. Dado que esta última compra fue poco antes de que comenzara la pandemia, si tenía planes para ella, diseñar su propia vivienda o algo parecido, todo se paralizó, y ahora, pasados los años, todavía sigue en el mismo estado en el que la adquirió.
Georgina ha sabido buscarse la vida para ser algo más que la mujer de Cristiano Ronaldo, y aunque es innegable que sin el empujón de la relación hubiera sido muy difícil que llegara donde está, tampoco se le puede restar mérito a la gestión que ha hecho de su propia imagen, pues se ha convertido en una de las españolas con más repercusión internacional, lo que sin duda no es sencillo y no ocurre simplemente siendo la mujer ‘de’. Pero sea como fuere que haya llegado hasta aquí, lo cierto es que tiene la vida resuelta, presente y futuro, que no es poco.