El viaje de Anabel Pantoja a Nueva York está siendo realmente especial. Después de un verano inolvidable en el que no se ha separado de Yulen Pereira y tras conceder una nueva entrevista exclusiva a Lecturas en las que cierra las puertas a una amistad con Omar Sánchez y habla de su última conversación con Arelys Rodríguez, la pareja ponía rumbo a la ciudad de los rascacielos junto a un grupo de amigos entre los que se encuentran Alejandro Nieto, Tania Medina, Ana Luque y su íntimo amigo Juan, entre otros.
"Esta ciudad nunca dejas de descubrirla", contaba a sus seguidores sin poder ocultar la emoción que le produce poder vivir en primera persona un viaje así. Después de visitar lugares tan emblemáticos como el Empire States, pasear por Times Square o deleitarse con la noche neoyorquina, todos viajaban a New Jersey para poder ser testigos del atardecer con una estampa preciosa de Manhattan en la distancia.
Ha sido ese momento tan especial cuando Anabel ha sido testigo de excepción de una de las escenas más románticas de su vida y no, nada tiene que ver con Yulen Pereira. Ha sido Juan, su mejor amigo y defensor durante su estancia en Honduras, quien se lanzaba ha pedirle la mano a su pareja después de 15 años juntos, una romántica escena que ha provocado las lágrimas en la sobrina de Isabel Pantoja. Ella ha sido la encargada de inmortalizar este momento inolvidable para los protagonistas. "Quién nos diría aquella Madrugá todo lo que nos quedaba por vivir. Si os quiero más, reviento", escribía la influencer sin poder contener la emoción.
"Omar y yo ya no podemos ser amigos"
Anabel Pantoja se ha sincerado una vez más en exclusiva con Lecturas. De vuelta a la realidad, la sobrina de Isabel Pantoja ha reconocido que su amistad con Omar Sánchez es imposible. La sevillana nos cuenta que ha notado un cambio muy grande en su todavía marido: "Yo dejé al Negro y cuando volví me encontré a Omar Sánchez", detallaba con cierta decepción.
Con respecto a su romance con Yulen Pereira no puede ser más feliz. Anabel asegura que en un principio pensaba que el esgrimista le daría la patada pero lejos de eso están disfrutando de un noviazgo inolvidable: "Al principio nos decíamos ‘te adoro’ por no decir que nos queríamos, pero yo no puedo esconderme ni frenarme más", declara sin pudor. Eso sí, no puede dejar de pensar en la delicada salud de su progenitor, algo que la tiene muy preocupada.
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