La salud le ha jugado una mala pasada a Anabel Pantoja pero que no cunda el pánico porque no hay mejor remedio que la calma. "Tranquilos, todo controlado", escribía la colaboradora de 'Sálvame' junto a una imagen de su brazo con una vía que preocupaba y mucho a todos sus seguidores. Rápidamente, la sobrina de Isabel Pantoja quiso restarle importancia a su estancia en el hospital. "Nada grave, ya mismo me mandan a casa".
Ya en casa, Anabel Pantoja compartía con su millón de seguidores qué le había llevado hasta el centro médico. Tal y como ella misma desvelaba, llevaba varios días aquejada de la garganta pero lo había dejado pasar hasta que este mismo jueves se levantaba sin poder pronunciar palabra: "Me asusté. He ido a urgencias porque amanecí totalmente afónica", decía con la voz ronca.
Afortunadamente, todo se ha quedado en un susto y después de que le pusieran todo tipo de calmantes por vena le han recomendado reposo y, sobre todo, hablar poco: "Tengo una faringitis aguda, tengo que estar tres días con antibiótico, no puedo hablar mucho", contaba.
La mejor medicina para Anabel será sin duda su regreso a Pozo Izquierdo de la mano de su Negro después de tres meses. La pareja ponía rumbo a Las Palmas este mismo viernes deseosos de volver a retomar su vida tranquila en su paraíso en el mundo.
Este chute de energía que significa para ella la vuelta a casa llega en un momento familiar un tanto delicado. La relación con su primo, Kiko Rivera, está totalmente rota sin vistas a solucionarse cuando apenas quedan dos meses para que Anabel Pantoja celebre su boda con Omar Sánchez, un enlace íntimo que tendrá lugar en las palmas y promete estar repleto de ausencias.