Anabel Pantoja ha vuelto a recibir las críticas más dolorosas. La colaboradora de Sálvame se encuentra alejada de los medios y está disfrutando al máximo de sus primeras semanas como casada. La sobrina de Isabel Pantoja y Omar Sánchez se convirtieron en marido y mujer en una idílica ceremonia celebrada en La Graciosa. Este evento tan esperado para Anabel estuvo marcado por la muerte de su abuela. Casi un mes después del 'sí, quiero', se encuentra en pie de guerra contra Kiko Rivera. Aunque por el momento ella ha decidido guardar silencio y no responderle, no ha tenido más remedio que poner el grito en el cielo por los desagradables descalificativos que ha vuelto a recibir por su físico.
Anabel Pantoja se ha convertido en el blanco de todas las insultos tras compartir una imagen en bikini. Desde que decidió iniciar una nueva vida junto a Omar Sánchez en Canarias, la colaboradora televisiva está viviendo un eterno verano y, aunque sus haters se han empeñado en desestabilizarla, Anabel ha sacado fuerzas para hablar alto y claro. Más orgullosa no puede estar de su cuerpo y su último posado en ropa de baño ha dejado sin palabras a sus seguidores.
La prima de Isa Pantoja ha moldeado su cuerpo a lo largo de todos estos años y ha invertido aproximadamente 40.000 euros en retoques estéticos. Un hecho por el que no se arrepiente de nada y más a gusto no puede estar: "No estoy obligada a dar este tipo de explicaciones pero me ha llamado bastante la atención todos los comentarios negativos sobre mi físico, que si estoy embarazada, que si vaya mierda de abdominales, que si soy un trozo de tocino, esperpento... No me hace daño pero me parece cruel, sois despreciables. Cada uno hace lo que quiere hacer para sentirse bien, yo no me meto con la gente. No me insultéis más", ha explotado Anabel Pantoja vía 'stories' de Instagram.
No es la primera vez que Anabel Pantoja se enfrenta a una situación así. Siempre ha denunciado este tipo de comportamiento por parte de personas que solo quieren hacer daño y para ella estos insultos no tienen ningún tipo de valor: "Hay gente muy cruel, pero no pensaba que se llegaría a estos términos. Después de una semana de trabajo no televisivo decidí irme a pasar un fin de semana con unos amigos al sur de mi isla. ¿Tiene algo de malo?", ha continuando sin dar crédito a la mala educación que parecen demostrar algunos de sus detractores.
Por si fuera poco, también ha tenido que plantar cara a la gente que le tacha de oportunista por pertenecer a una de las familias más famosas del país. Anabel ha defendido el trabajo realiza fuera de la televisión ya que, a día de hoy, sus negocios se han convertido en una importante fuente de ingresos: "Orgullosa estoy de tener este apellido y la gente que me conoce sabe que no paro. No significa que porque esté o no esté en Sálvame, no trabaje".